Carlos Yepes A.
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En medio de las fiestas de San Juan y San Pedro nos dimos a la tarea los egresados de 1984 y 1985 de reunirnos alrededor de unas buenas viandas y de lo más importante, la amistad que perdura. Logramos reunir dos generaciones representadas en quince egresados y tres maestros.
Hubo tres temas que finalmente se impusieron en la improvisada tertulia donde también recordamos nuestros tres compañeros a quienes el COVID les pasó su cuenta de cobro, Cesar Muñoz, Gregorio Soto y Efrén Aguirre, en memoria de ellos ofrecimos esta oportunidad de vida y de reencuentro.
El primer tema resultó del espíritu crítico y de libre pensamiento que caracterizó nuestro paso por el Santa Librada, nuestra formación estuvo en manos de excelentes docentes, impulsaron en nosotros el libre pensamiento y forjaron siempre nuestro espíritu por la crítica contestaria, el análisis y la participación en la problemática nacional; este valioso legado tuvo como resultado en esta tertulia un nutrido intercambio de aportes y análisis de la actual coyuntura del país político ante la nueva alternativa de gobierno para un sector que se va a probar frente a éste y a una hegemonía casi que familiar que ha ostentado el poder durante algo más de doscientos años.
En segundo lugar, nos llamó la atención cómo todos provenientes de clase media, casi que el común denominador de aquel entonces de los que estudiamos en Santa Librada, conservamos un nivel de vida aceptable después de haber logrado en su mayoría ser profesionales. Un ejercicio más amplio nos llevaría a mirar que de estas generaciones son pocos los que logran igualar o superar las líneas de “pobreza” de nuestras familias, pareciera que en este país estuviéramos condenados a mantener un círculo de pobreza que parece no acabar, tema que quedó abierto al debate.
En tercer lugar, nos inquietó la geopolítica, la crisis alimentaria que se deriva de allí y el papel del Huila en este contexto. Revisamos como se vienen apoderando las grandes potencias y los hombres más ricos del mundo de los recursos naturales comprando grandes extensiones de tierras fértiles y agua a lo largo y ancho de todo el círculo ecuatorial que es la gran despensa a futuro en la producción de alimentos.
En resumen, una reunión que fue mas allá de la camaradería, fue una tertulia con aportes, propia diría yo de aquel legado de formación crítico y constructivo que nos aportó esa gran institución que desde 1845 le viene entregando al Huila generaciones valiosas y que depende de nosotros que así lo siga haciendo a pesar de las crisis de la educación pública.
Nos quedó como tarea fortalecer el papel que viene haciendo la mesa por la defensa del agua y del territorio para precisamente aportarle más al Huila desde nuestros alcances. Gran saludo y admiración a toda la comunidad libraduna. ¡¡¡Hasta Siempre!!!
