Por: Harold Salamanca.
Al recibir el reconocimiento «Hombre Visible», otorgado por la Fundación Soy Femenina, No Débil, quiero expresar mi profunda gratitud a Dios, quien ha sido la guía de mi propósito superior, a mi esposa fundadora y presidente de la fundación SalBo, quien lideró e inspiró la creación de la fundación y es el motor que mueve la transformación de la realidad de las mujeres en el mundo, y a Beatriz Rocha presidente de la Fundación organizadora por este honor. Este reconocimiento no solo es un logro personal, sino una reafirmación de mi compromiso con un liderazgo que trascienda fronteras y que inspire a otros hombres a trabajar por la vida y salud de las mujeres en todo el mundo.
Me impulsa una visión global, valorar y proteger la vida de las mujeres, con enfoque en una enfermedad prevenible que pone en riesgo sus vidas, no es solo una tarea de una organización o de un país; es un llamado a la acción colectiva de hombres y mujeres a nivel internacional. En Colombia mueren diariamente 7 mujeres de cáncer de cuello uterino, una enfermedad que se previene con acceso a la vacunación y detección temprana. Mi trabajo se centra en expandir las oportunidades para que las empresas, los gobiernos y las comunidades se comprometan en soluciones que protejan la vida femenina.
En un mundo que avanza rápidamente hacia la equidad de género, es fundamental que los hombres también nos involucremos activamente en la promoción de la salud de las mujeres. Mi liderazgo global busca inspirar a otros hombres a reconocer que tenemos un papel fundamental, como agentes de cambio. Este esfuerzo requiere valentía, pero más aún, requiere visión y colaboración.
En cada rincón del mundo, las mujeres merecen vivir libres y libres de enfermedades prevenibles como el cáncer de cuello uterino. Como líderes globales, tenemos el poder y la responsabilidad de expandir el impacto de nuestras acciones. Alrededor del 85% de los casos y muertes por esta enfermedad ocurren en países de medianos y bajos ingresos.
Mi compromiso es seguir liderando esta causa en la arena global, uniendo fuerzas con líderes, gobiernos, empresas y organizaciones internacionales. Juntos, podemos asegurar que ninguna mujer pierda la vida por una condición prevenible
Invito a otros hombres a unirnos, a ser ejemplos de liderazgo comprometido, y a trabajar para construir un futuro más saludable, equitativo y justo para las mujeres de todo el mundo. haroldsalamanca@fundacionsalbo.org