Por: José Eliseo Baicué Peña
El miércoles de esta semana que acaba de concluir llegaron a Colombia las jugadoras de fútbol que representaron al país en el mundial sub-17 en la India, luego de haber logrado quedar de subcampeonas. La más grande distinción en la historia del fútbol de nuestra patria.
Guerreras, heroínas, lideresas, visionarias o simplemente brillantes mujeres, son algunos de los calificativos con los que el pueblo colombiano, familiares y medios de comunicación se han referido a este grupo de féminas que hizo vibrar a Colombia en este torneo global. Si bien el gobierno nacional les entregará un premio económico, es el momento de que se empiece a trabajar en la creación de la liga femenina de fútbol en el país.
Se marca un referente nacional que no puede quedar solo en un estímulo económico o en celebraciones a espacio abierto como el recibimiento que se les hizo en el movistar arena a su llegada. Estas niñas se convierten en un ejemplo para muchas jóvenes en este deporte y, posiblemente, en otras disciplinas.
El mensaje para el gobierno, para los empresarios, para los patrocinadores, para la federación de fútbol, para la Dimayor, para las escuelas de formación deportiva es muy claro: Colombia necesita políticas que permitan proyectar y apoyar el talento que existe y el que surge en todos los rincones del país. Por ejemplo, es urgente la liga femenina de fútbol, el apoyo a deportes como el boxeo, la lucha, el baloncesto, el atletismo, el ciclismo, el voleibol y natación, entre otros.
Las expresiones dadas por estas guerreras dejan ver claramente que provienen de familias muy humildes, las cuales han hecho esfuerzos increíbles por respaldar a sus hijas para que hoy sean dignas representantes de un país. Es sorprendente … los padres de familia han invertido de su propio bolsillo para que estas deportistas representen a un país. Cuando debería ser lo contrario: que el gobierno y el empresarismo subsidien todo lo que estas talentosas heroínas necesiten para seguir creciendo y seguir poniendo en alto el nombre de Colombia en el mundo entero.
Da vergüenza que el mundo se haya enterado de que en varios hogares de estas jovencitas no exista un comedor o un televisor, que no haya los suficientes recursos para los necesarios gastos que implica sostener a una deportista de alto rendimiento; también es lamentable que mientras en otros países existen ligas de fútbol y de otros deportes, en Colombia no tengamos esta organización.
Mil felicitaciones a estas excelentes deportistas, al profesor Paniagua, y a todo el equipo técnico y preparador que las asistió y creyó en ellas. Muchas gracias por las alegrías proporcionadas en este certamen.
¡Vamos por más triunfos!