Las oleadas de calor que se han venido presentando durante los últimos días, han puesto en evidencia el nivel de vulnerabilidad en que se encuentran los ecosistemas estratégicos en el país. La llegada, ahora sí, del fenómeno de El Niño con su escasez de lluvias y altas temperaturas ha traído consigo los incendios forestales. Es uno de los mayores desastres de carácter antrópico que se presentan en el territorio, que son provocados por el accionar irracional y demencial de algunas personas que desarrollan prácticas agrícolas inadecuadas como rocerías y quemas del material vegetal, que afectan la capa nativa de las mismas. Otros lo hacen con intencionalidad de generar incendios y daños a la corteza vegetal. El suelo vuelve a ser escenario de la propagación de éstos en zonas adyacentes, donde nacen importantes recursos acuíferos, que contribuyen al suministro de agua a las bocatomas y a los acueductos municipales. Otras acciones que son características de los seres humanos que poseen una mentalidad pirómana, satisfacen sus apetitos enfermizos y alimentan el espíritu incendiario, pero que van en detrimento del bienestar de la sociedad colombiana. En algunas ocasiones los visitantes a los atractivos turísticos que posee la región dejan botados objetos de vidrio o materiales inflamables, que junto con las altas temperaturas que por estos días tenemos, se convierten en detonantes, para que se generen estas quemas.
Hay algunas regiones de Colombia, como los Santanderes, Cundinamarca, Antioquia y Boyacá donde se ha intensificado el verano, son el epicentro de dantescos incendios forestales, que están destruyendo los ecosistemas estratégicos. Lo preocupante es que existe ausencia de precipitaciones. Y, por otro lado, las autoridades ambientales con el apoyo de los organismos de socorro y la Fuerza Aeroespacial, se sienten impotentes para controlarlos. El clima ha estado variando y las manifestaciones de que se presenten éstos, son reales, como las que se han empezado a sentir en estas regiones. Además, existen otros riesgos de origen natural y antrópico que presentan los municipios, que amenazan constantemente el bienestar de las familias colombianas.
Desafortunadamente los Organismos de Socorro, especialmente los Cuerpos de Bomberos de las localidades, se encuentran mal dotados de máquinas y equipos necesarios para prestar los servicios de atender con eficiencia y eficacia, las situaciones emergencias que se presentan durante las épocas de intensas sequías. Solo cuentan con un talento humano preparado, los cuales se encuentran mal dotados y armados de valor, abnegación y disciplina para cumplir estas labores. Es indispensable que todas las fuerzas vivas del país, junto con el gobierno nacional y los entes territoriales, impulsen estrategias para fortalecer la logística bomberil, con el fin de mejorar la capacidad de respuesta ante la ocurrencia de cualquier desastre y disminuir los niveles de riesgos en que se encuentran las comunidades, cuando ocurren estas emergencias.
