Con la disminución de las lluvias es posible que se llegue a presentar eventos como incendios de la cobertura vegetal.
El inicio del segundo semestre del año trae consigo cambios en el comportamiento de las lluvias hasta mitad del mes de septiembre, esto especialmente en las regiones Andina y Caribe en donde pueden verse reducidas significativamente las precipitaciones sin que desaparezcan por completo, y más cuando esta temporada de menos lluvias está acompañada por el fenómeno La Niña, por lo que se indica que se mantendrán lluvias por encima de lo normal para el tercer trimestre del 2022.
Este panorama de menos lluvias no se verá reflejado ni en la Orinoquia ni en la Amazonia, pues estas regiones suelen tener sus picos de lluvias entre junio y julio, por lo que estas zonas del país mantendrán las alertas vigentes frente a los diferentes eventos asociados al aumento de las precipitaciones y deberán tener activos sus planes de contingencia propios para dichas condiciones.
Ante este panorama, en donde hay comportamientos variables frente a las precipitaciones con presencia de un fenómeno de variabilidad climática como La Niña, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), ha expedido la circular 021 de 2022, en donde da los lineamientos para la preparación y alistamiento ante la segunda temporada de menos lluvias bajo las condiciones La Niña.
Con la disminución de las lluvias es posible que se llegue a presentar eventos como incendios de la cobertura vegetal, heladas y desabastecimiento hídrico por lo que se hace necesario tener activos los planes de respuesta y contingencia para este tipo de situaciones.
Sin embargo, dadas las condiciones Niña y por la fuertes eventos de lluvia, también pueden registrarse crecientes súbitas, movimientos en masa, avenidas torrenciales, tormentas eléctricas, niebla, inundaciones y granizadas.
Las recomendaciones
Desde la UNGRD hicieron un llamado para que alcaldes, gobernadores, y Consejos Territoriales de Gestión del Riesgo de Desastres inicien el monitoreo en áreas de cobertura vegetal que sean propensas a la formación de incendios. Se deben identificar las zonas susceptibles a crecientes y deslizamientos y los terrenos agrícolas que puedan sufrir daños por altas o bajas temperaturas.
Es importante implementar sistemas de cortafuegos en áreas boscosas y reservas naturales y efectuar medidas sancionatorias para quienes generen incendios. Las administraciones locales deben hacer llamado a las empresas prestadoras de servicios de agua a tener planes de contingencia listos ante el posible desabastecimiento que se puede presentar por ausencia de lluvias o por exceso de las mismas que afecten los sistemas de acueducto.
Para la comunidad, la invitación es a que esté atenta a la información de las entidades oficiales, el IDEAM, la UNGRD y las entidades del SNGRD. Se debe evitar la quema de basuras o de material vegetal y realizar campañas de limpieza de ríos y quebradas que pasen por las zonas pobladas de los municipios en donde viven. Así mismo, estar atentos a la aparición de mosquitos que puedan transmitir enfermedades como dengue, chikungunya, zika entre otros.