Por: Harold Salamanca
En la presente campaña electoral para la presidencia de la república, se ha especulado por parte de los candidatos, sobre el tema pensional, más con el fin de conseguir votos que con el verdadero propósito de plantear reformas que consoliden un sistema pensional incluyente, esto es, con mayor cobertura. El objetivo debería ser, lograr la inclusión de la mayor cantidad de mujeres mayores de 57 años y hombres de 62 que accedan a la pensión. Hoy en Colombia solamente el 30% de personas en estos rangos de edad y sexo recibe una mesada pensional.
Otro gran propósito de la necesaria reforma, debe ser corregir las inequidades que hoy se presentan en el régimen de prima media o público, que permite subsidiar pensiones millonarias que van en contravía de las necesidades y la difícil situación social que vive el país. También se requiere en este proceso el concurso de los fondos privados, deben ganarse la confianza de los trabajadores colombianos, y demostrar que hoy son opción válida para acceder a una pensión digna, para las personas que están distantes de su edad de retiro.
La tarea para el gobierno entrante no esta nada fácil, armar este rompecabezas requiere pulso y buena letra, es necesario tener presente que sobre la mesa hay variables muy sensibles, que indiscutiblemente habrá que abordar, como la edad de retiro ¿es conveniente aumentarla?, respecto de la sostenibilidad del sistema público, ¿tiene la capacidad el estado de garantizarla en el largo plazo?, sobre los subsidios del régimen de prima media, ¿debe el estado seguirlo subsidiando? o debe migrar a un modelo de rentas vitalicias?, respecto de los regímenes ¿es conveniente acabar la competencia entre los regímenes de prima media y el de ahorro individual?, se requeriría una reforma laboral que acompase la reforma pensional?
Así las cosas, podemos observar que hay definiciones que modifican de manera estructural el sistema pensional, y que no dejara contentos a todos, pero ha llegado la hora, las decisiones, no mas paños de agua tibia, la crisis social que ya estamos viendo por cuenta de la gran cantidad de adultos mayores en total desamparo, exige actuar ya, con total responsabilidad. Los ciudadanos, los gremios, la academia, los centros de estudios económicos, las universidades, los expertos, las centrales obreras, debemos exigir al nuevo gobierno una reforma pensional estructural que asegure una vejez digna para todos.
