Diario del Huila

“Lo más difícil no es ser un equipo de primera división sino mantenernos”

Dic 3, 2022

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DIARIO DEL HUILA, PERSONAJES

Por: Daniela Gutiérrez

Fotos: Felipe Poloche

Sebastián Hernández Mejía, volante del Atlético Huila y una de las estrellas de este equipo que logró uno de los mayores retos; regresar a la primera división del futbol colombiano, habló en exclusiva con Diario del Huila. Contó parte de su historia en el futbol nacional e internacional y detalles de su vida personal.

Recientemente el Atlético Huila regresó a la primera división luego de atravesar por una crisis bastante fuerte. Una de las estrellas y artífice de este logro es Sebastián Hernández Mejía, quién llegó a mediados de agosto para ser ficha clave del equipo y lograr el objetivo que se hizo realidad el 29 de noviembre del año en curso.

Esta Casa Editorial habló en exclusiva con el jugador quien además reveló detalles íntimos de sus inicios en el futbol y su amplia trayectoria profesional con los mejores equipos a nivel nacional e internacional.

Sebastián hoy te vemos como una de las figuras del Club Atlético Huila, pero ¿cómo empezaste en este deporte?, ¿cómo fueron tus inicios?

Bueno yo soy de Medellín, tengo 36 años, comencé a jugar desde muy pequeño y debuté en el Deportes Quindío. Desde muy pequeño mis papás me dicen que yo pateaba todo lo que me encontraba, era muy inquieto con el balón. Más o menos a los 5 o 6 años mi papá nos inscribe en un club de tenis (la verdad empecé con ese deporte) íbamos a la Liga del Envigado de tenis, ahí nos inscriben; a mi hermano y a mí seis meses.

A los siguientes seis meses cuando viene otra vez la matrícula, mi papá no puede pagar la de ambos; la de mi hermano y la mía, entonces le paga la de él y yo me quedo por fuera. Yo me puse muy triste en ese momento porque no iba a poder seguir. Me puse a llorar en el polideportivo y mi papá me preguntaba qué otro deporte me gustaba, ahí le respondo que yo jugaba bien al futbol (él no sabía) con mis compañeros en el barrio y que todos me decían que por qué no me metía a una escuela deportiva.

En ese momento que yo estoy llorando pasó don Gustavo Upegui que era el dueño del Envigado Fútbol club y él le preguntó a mi papá que yo porqué lloraba, él le cuenta lo que había pasado y don Gustavo nos invita a la escuela del Envigado. Así me vinculé al futbol.

¿Qué te trasmite el futbol?

Pasión, después de ahí me apasioné por este deporte, pero más que por la pelota por lo que significaba en ese momento el futbol. Yo siempre he sido una persona muy tranquila, callada y un poco solo en la parte social y a mí el futbol me daba la oportunidad de hacer amigos, de conocer a otros compañeritos, de que los niños llegaran a la casa y me invitaran a jugar, por intermedio del futbol hice amigos y eso era lo que más me gustaba en ese momento.

Cuéntanos de tu familia

Mis papás viven en Medellín, tengo pues un hermano menor; Carlos Andrés Hernández, también jugó futbol, estuvo con la Selección Antioquia, pero tuvo unas lesiones complicadas de cadera y bueno, se fue más por el estudio; se graduó de derecho y dirección técnica, tiene una escuela de futbol y ahora está ejerciendo por el lado de la administración. Él fue siempre mi cómplice para jugar futbol.

¿Casado, con hijas?

Sí, tengo una esposa barranquillera; tenemos una historia bonita. Hace 20 años nos conocimos, yo iba para el Cerrejón de paseo y salimos en la misma avioneta desde barranquilla. Ella tiene un hermanito que le gusta mucho la Selección donde yo estaba, iban a los entrenamiento y bueno, desde ahí conectamos, hasta el día de hoy. Ya cumplimos 10 años casados y tenemos dos hijas; Franchesca que tiene 6 años y Leticia que cumplió 3 años; barranquilleras también.

¡Eso te dejó el paso por el Junior!

Si, Franchesca se gestó en Turquía, estábamos allá y a mi esposa no le fue muy bien en el embarazo, teníamos que ir a la clínica muy seguido y por temas de costos del Hospital, le tocó venirse para Colombia, pasó los últimos meses acá en Colombia en Barranquilla; donde sus papás y por eso Franchesca nació allí.

Tres meses después del nacimiento de mi hija yo regresé de Turquía, terminé contrato. Estando en vacaciones salió la propuesta del Junior y ahí nos quedamos; duramos 4 años y en ese tiempo nació Leticia.

¿Qué tal esa ciudad, te gustaría volver?

Desde pequeño me ha gustado mucho esa ciudad, su cultura, el estadio, la afición de la gente, siempre me han gustado las ciudades calientes, la verdad y Barranquilla ha sido una segunda casa acá en Colombia donde me he sentido muy contento también. Creo que sí es una de las ciudades donde mi gustaría volver.

¿En qué otros equipos has estado?

Comencé en el Deportes Quindío, a los 18 años jugué en Millonarios, luego me fui a jugar a Ecuador, regresé al Deportivo Cali, estuve otro tiempo en el Quindío, en Once Caldas estuve un año, luego me fui a Venezuela al Deportivo Táchira, en el 2011 estuve en el Atlético Huila un año, me devolvía a Medellín, me fui a Bulgaria cuatro años y medio, luego estuve en Turquía un año, en el Junior estuve 4 años, Once Caldas y Medellín.

Una buena trayectoria

Sí yo creo que eso es lo que al final valoramos mucho, conocer a través del futbol tantas culturas, personas de todas las nacionalidades, aprender diferentes idiomas, eso es lo que al final le queda a uno de toda esta experiencia.

¿Cómo fue volver al Atlético, precisamente en una etapa en la que equipo pues no estaba muy bien?

Yo ya había tenido una experiencia en el 2011 con el Atlético, me gusta mucho Neiva, conozco al presidente del Club, tuve muy buena relación con ellos y en este momento de mi carrera deportiva se da la oportunidad de venir a Neiva por intermedio de Patarroyo y no lo dude porque aquí fui feliz. Lo disfruté mucho. Llegue ahorita a mitad de agosto y creo que fue una correcta decisión, sigo siendo feliz acá en esta ciudad. Vine por un objetivo y ya después de tres meses lo logramos.

A mí me gustan los retos grandes, que me exijan y antes de venir supe que este iba a ser uno de esos; tal vez de los grandes que he tenido en la vida profesional, llegar a un equipo de segunda división con la presión de tener que ascender. De esto lo bueno es que nos exige dar lo máximo de nosotros en el día a día, siento que el rendimiento mejora en lo individual y colectivo. He aprendido mucho de mis compañeros, de las directivas, de todos.

Te acercas a los 40 y ya casi la etapa del retiro, ¿Cómo te visualizas, piensas ser técnico?

La verdad hoy en día no me veo como entrenador y ya hace más de 10 años que me vengo preparando. Estudié Administración de Empresas, hice la licencia A y B de entrenador; más como para tenerla como herramienta, hice una maestría en Dirección de Entidades Deportivas en la Universidad de Madrid que tiene convenio con el Real Madrid porque pienso que me gusta más la parte administrativa, de proyectos y me gustaría enforcarme por ese lado. Esperemos a ver de qué lado me quedo, pero sin duda que vamos a seguir en el futbol porque esto es lo que me apasiona y uno en la vida, en la medida de las posibilidades, debería hacer lo que a uno le apasiona.

Bueno viene la A de nuevo para el Huila, ¿cuáles son esas expectativas?

Es un reto mucho mayor, vamos a enfrentar a grandes equipos, no basta clasificar sino mantenernos en primera división. A nosotros los jugadores cuando vamos a debutar en un quipo de primera nos dicen que lo más difícil es mantenernos en una carrera con un equipo grande. Ya nos graduamos, ascendimos, ahora viene lo grande.

Sebastián llegan a la A, pero y ¿qué piensan ustedes de la problemática con el estadio, siguen entrenando en una cancha?

En realidad, es triste porque Neiva es una ciudad futbolera, cuando estuve en el 2011 y entramos a los octavos de final, recuerdo que eran casi 15 mil personas asistiendo al estadio. Es triste ver que una ciudad que quiere tanto a su equipo, que su equipo es patrimonio no pueda tener un estadio digno en esta ciudad y más que se acaba de ascender.

Es una oportunidad linda, un aliciente para que aquellos a quienes les corresponda, puedan al menos pensar en tener ese estadio que merece la ciudad y el quipo y recuperar la imagen que ha dejado el Atlético Huila a nivel Colombia.

¿Es desmotivante esto para el equipo?

Claro, total. No es lo mismo ir a jugar a un estadio con 20 mil 25 mil personas a ir y jugar en caso y tener solo 1.000 que porque eso es lo que se puede. En Neiva quieren al equipo y las personas sé que les gustaría ir al estadio, pero no pueden. Esto es triste, son muchos años que la ciudad no puede contar con el estadio, pero esta es una buena oportunidad para que volvamos y este escenario se reconstruya. 

¿Te gustaría terminar tu carrera profesional con este equipo?

Sí claro, aquí soy feliz, disfruto del día a día que es lo más importante. Esa es la satisfacción más grande que puede tener uno como ser humano, levantarse y disfrutar de lo que hace, en un lugar que te valoren.

Sebastián ¿qué mensaje dejas para la ciudad y para los lectores del Diario del Huila?

No agradecerles por el espacio, por permitir contar parte de mi carrera profesional, agradecerle a toda la ciudad el apoyo que nos han dado en todo esto del ascenso y por querer tanto a su equipo, esto nos anima a seguir dando lo mejor de nosotros.

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