Según indica el portal de salud Cuidate Plus, el pelo nace de la piel, donde existen folículos cuya base se encuentra en la papila pilosa. De esta parte nace el pelo que extrae grasa de la glándula sebácea y se nutre de la corriente sanguínea a través de los casos capilares que alimentan al bulbo. Como tal, en el ser humano, los primeros folículos de los que surge el pelo aparecen al final del segundo mes y a principios del tercer año de vida fetal.
Cuando crece la piel siguen surgiendo nuevos folículos, pero ya en el mes tercero y cuarto aparecen los primeros cabellos, que se denomina lanugo, los cuales son finos y poco pigmentados. Sin embargo, durante en la adultez el cabello se vuelve frágil debido a tres principales causas, las mecánicas, que hacen referencia al peinado o cepillado; las térmicas, que son el uso de secadores; y las químicas, que se refiere al uso de tintes y químicos en el cabello. Asimismo, existen otras causas importantes del por qué el cabello no crece. Por ello, la revista Mejor con Salud, lista algunas de ellas y las formas como se puede solucionar:
Alopecia androgénica: Existen dos tipos de alopecia, la androgénica y androgénica. La primera hace referencia a un desequilibrio de hormonas masculinizante, que están presentes tanto en los hombres como en las mujeres y actualmente hay tratamientos para manejar el factor hormonal. En cuanto al factor hereditario, si hay antecedentes de pérdida de cabello en la familia de una persona, es altamente probable que esta característica se herede. Actualmente, no existe ningún tratamiento ni control sobre el factor genético.
Efluvio telegénico agudo: Este es un problema agudo muy frecuente que provoca la caída del cabello y tiene lugar dos o tres meses después de que el organismo ha sido sometido a un estrés intenso, una enfermedad prolongada, una infección grave, una cirugía, etc. De acuerdo con la revista en mención, “también ocurre cuando se han presentado cambios hormonales, como los que originan el embarazo, por ejemplo. Precisa un estudio analítico para determinar la causa y es tratable”.
Alopecia areata: Cuando se presenta este tipo de alopecia, se cae el cabello por efecto de una reacción autoinmune que indica que el pelo es atacado por las propias defensas. A veces, esto puede afectar las cejas, las pestañas y el vello de todo el cuerpo. Actualmente, hay múltiples tratamientos para esta forma de alopecia. Es necesario hacer una evaluación para descartar la presencia de enfermedades autoinmunes concomitantes.
Por fortuna, existen distintas medidas que se pueden tener en cuenta para evitar la pérdida de cabello. Por esta razón, el portal web Svenson, lista algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta para proteger el cuerpo cabelludo:
1. Mantener una correcta higiene capilar: es aconsejable lavar el cabello con frecuencia utilizando champús de calidad y acordes al tipo de cabello. Además, se debe lavar el cabello de forma delicada para evitar dañar la estructura del cabello.
2. No desenredar el cabello humedecido: lo mejor es desenredar el cabello antes de lavarlo en la ducha, puesto que el pelo húmedo es mucho más débil.
3. No frotar insistentemente con los dedos el cuero cabelludo: por lo general, la creencia de que se logra una limpieza total es errónea. La forma adecuada de asear el cabello es repartir el champú suavemente y frotar con las palmas de las manos durante 3 o 4 minutos y después, masajear las puntas. Se recomienda ir mojando el cabello para que se forme espuma, pues esto hace que el frotamiento no sea tan agresivo.
4. No se debe aclarar el cabello con agua caliente: en vez de hacer esto, se aconsejan utilizar agua fría para no debilitar el cabello.
5. Utilizar productos especializados en el cuidado del cabello: tanto los acondicionadores como los tratamientos y lociones ayudan a fortalecer el pelo y hacer que crezca rápidamente.
6. Seguir una dieta equilibrada: lo ideal es consumir una dieta rica en vitaminas y nutrientes para que el cabello no solo evite su caída, sino que crezca sano, fuerte y brillante.
7. Cepillar el pelo: esto estimula la circulación sanguínea del cuero cabelludo gracias al masaje que se recibe con las púas del cepillo.
