Gloria Camargo
En un revés para el Gobierno Nacional, este martes 20 de junio, el Congreso votó en contra de la reforma laboral propuesta, en el último día de la legislatura 2022-2023. Esta decisión representa un duro golpe para Gustavo Petro y sus objetivos desde que asumió la presidencia.
Las críticas de los partidos políticos, los reparos de los empresarios y las opiniones divididas de los ciudadanos fueron determinantes en la caída de uno de los proyectos emblemáticos del presidente. Petro expresó su descontento con la decisión a través de las redes sociales.
«El hundimiento de la reforma laboral es muy grave. Demuestra que la voluntad de paz y pacto social no existe en el poder económico. Los dueños del capital y los medios han logrado cooptar el Congreso en contra de la dignidad de los trabajadores. Creen que las ganancias provienen de la esclavitud, las largas jornadas y la inestabilidad laboral. El Gobierno del cambio no abandonará los intereses de los trabajadores», manifestó el jefe de Estado.
En consecuencia, las horas extras y los recargos nocturnos, que eran puntos clave de la reforma, permanecen como estaban antes de que se debatiera el proyecto en el Congreso. Con un salario mínimo de 1’160.000 pesos, un trabajador que exceda su jornada laboral deberá recibir un pago de 6.524 pesos por cada hora extra, lo cual equivale al valor de una hora normal (4.833 pesos) más un 25 %.
En cuanto a los recargos nocturnos, el tiempo extra se compensará con un incremento del 35 %, es decir, una hora equivaldrá a 6.524 pesos. Finalmente, los domingos y festivos, el incremento será del 75 %, por lo que un trabajador deberá recibir 8.457 pesos por cada hora trabajada.
Esta derrota en el Congreso representa un obstáculo para los planes de Petro en materia laboral. Sin embargo, la lucha por una reforma que satisfaga las necesidades de los trabajadores seguramente continuará en el futuro cercano.
