Como dice la canción de Vicente Fernández, “es por eso, que, al oír las golondrinas, siempre me hacen recordar los días aquellos, donde hay momentos desastrosos en la vida” y el trece de marzo si la pertenencia, regionalismo y huilensidad falla para apoyar y valorar lo nuestro, serán los candidatos golondrina, que se llevaran los votos y volaran de nuevo lejos para nunca más volver.
Como esos pájaros de oscuro plumaje, de cola larga, de vuelo veloz, insectívoros, que además se alimenta en horas crepusculas, de habitad migratoria, son aquellos personajes que, sin conocer la gente, sus necesidades, su entorno y cultura, llegan por estas épocas a cazar votos, prometer y en ocasiones a denigrar de quien ni siquiera conocen, pues son ellos los que no tienen nada para mostrar y solo mucho que ofrecer, para luego como la golondrina migrar y desaparecer.
En las pasadas elecciones parlamentarias los candidatos golondrina que vinieron, se llevaron alrededor y un poco más de 100.000 votos; votos con los que se hubiera podido mostrar mayor liderazgo regional, con los que se hubieran podido elegir por lo menos dos senadores más y con los que la región y el Huila se hubieran unido bajo la dignidad parlamentaria para gestionar, trabajar y reclamar para la región mayor intervención estatal.
Deberá ser un propósito regional, el de elegir los nuestros, de apoyarlos, para luego poderles exigir, no basta con criticar, si no elegimos, no basta con elegir si lo hacemos mal, no basta con decir que los de aquí no sirven, si los demás ni siquiera los vuelven a ver. Los candidatos golondrinas, aquellos que no tienen hechos, obras, gestión, trabajo, hoja y ejemplo de vida para mostrar, andan haciendo circulo eligiendo incautos, con suficientes recursos para impactar a punta de propaganda y marketing político que en ocasiones rayan con recursos de oscura procedencia tal como ya se ha manifestado en tantas ocasiones en medios de comunicación nacional y en los estrados judiciales del país.
Por eso a pesar de la mala gestión de algunos, no hay que dejar de votar por los de la tierra, por los de aquí, pues en esta ocasión si hay con quien, no hay duda que esta raza huilense donde existen hombres y mujeres que valen la pena, que han demostrado gestión, amor por su pueblo, que han tenido suficiente coherencia entre lo dicho y lo hecho, que se han probado en la vereda, en el pueblo e incluso en el mismo parlamento y en cargos públicos de elección popular donde hoy sus obras hablan por ellos, es así que han demostrado de que están hechos, indicando que los huilenses si somos capaces de ejercer liderazgo, que somos trabajadores, por ello somos los campeones naciones en producción de café, tilapia, productores de los mejores cacaos, pasifloras, anisados y cervezas del país.
No hay duda que las golondrinas seguirán rondando, generando tentaciones a débiles e incautos que por culpa de algunos que no han dado la talla, por otros que no atendieron y ni siquiera se identificaron con las necesidades de la gente que confió en ellos, para que buscaran gestionar y mitigar las afujías colectivas que hacen del desempleo, la inseguridad, del déficit de vivienda, la mala prestación en los servicios de salud, así como la no competitividad del sector agropecuario que hace que nuestros jóvenes y empresarios del campo, salgan de allá a engrosar los cinturones de miseria y falta de oportunidades en la ciudad.
Huilense vote huilense, la democracia que se va, muy difícil vuelve; como no vuelven los candidatos golondrinas que por esta época llegan a llevarse los votos para nunca más volver; elegir no solo es un derecho, es una gran responsabilidad con nuestro departamento, con nuestro país y sobre todo con nuestros propios hijos. Elija bien, que aquí en el Huila, en su tierra y de su gente, si hay con quien.