Aníbal Charry González
El Plan Nacional de Desarrollo (2023-2026) (PND), será el eje axial en el gobierno de nuestro presidente Petro para cumplir con sus ambiciosos programas sociales por los cuales fue elegido, con el fin de concretar un nuevo contrato social para el buen vivir como lo anunciara en su campaña política, y respecto de los territorios, su compromiso fue el de gestionar los retos y desafíos de las regiones articulando en forma fluida y real las capacidades del Estado nacional con las entidades territoriales, de tal manera que, como en el caso de nuestro atrasado departamento, por fin se hagan realidad sus aspiraciones de desarrollo social, económico y turístico, permanentemente aplazadas por la desidia y la incompetencia de nuestra clase política, más preocupada por satisfacciones burocráticas y de contratos para apuntalar su clientelismo electoral.
Pues bien: para la construcción del PND en este gobierno, acorde con lo prometido por el presidente Petro, en esta oportunidad su construcción se hará con los diálogos regionales, cambiando la forma tradicional en que se afinaba con las propuestas que hacían los gobernantes y congresistas, de tal manera que para nuestra fortuna , solamente los proyectos que queden aprobados en esos diálogos harán parte del PND con el aporte fundamental de las diferentes organizaciones sociales de nuestro departamento, que deben estar unidas y sin dispersión alguna para concretar las obras públicas que necesitamos con urgencia para nuestro desarrollo regional.
Y es que precisamente sobre este punto he venido insistiendo en esta columna y lo pudimos concretar en el acto de adhesión de los liberales a la campaña de Petro presidente, reafirmando que sería el pueblo huilense organizado, ante la secular incompetencia de la clase política la que asumiría ese liderazgo, no para pedir puestos ni contratos, sino auténticas obras públicas de desarrollo regional, y particularmente, como lo expresé en mi intervención en ese acto, en presencia del hoy en buena hora designado Consejero Presidencial para las Regiones, el exsenador y recio dirigente liberal, Luis Fernando Velasco, que se nos hiciera realidad incluyéndolo en el PND: el corredor férreo central, el más importante para la competitividad en el Valle del Magdalena, que salía de Villavieja y nos conectaba con Santa Marta, la Sabana de Bogotá y Antioquia, prometido en el segundo gobierno de Uribe, que se convirtió en una simple quimera por la inercia de la dirigencia política para mosquearse y presionarla.
Tenemos ahora una oportunidad de oro con el presidente Petro -por quien votamos masivamente-, que ha manifestado su prioridad en llevar a cabo el Plan Maestro Ferroviario, y con el liderazgo de un buen amigo de esta región como el Dr. Velasco al frente de la Consejería para las Regiones, de hacer realidad no solo la salida al Atlántico sino al Pacífico por vía férrea para carga y pasajeros como se había propuesto en la fallida licitación abortada por corrupción en el segundo gobierno de Uribe, como únicas obras públicas aprobadas en nuestro diálogo regional, que tanto nos representarían para nuestro genuino desarrollo social, económico y turístico. A eso debemos apostarle.
