Con motivo de la conmemoración del 20 de julio, el primer mandatario de los colombianos estuvo participando del desfile militar en San Andrés Islas, donde pronunció un discurso cuyo contenido destacó, que gracias a su actual administración se había logrado que el Tribunal Internacional de la Haya fallara en favor de Colombia. Lo anterior no es cierto. El equipo jurídico designado por el entonces presidente Juan Manuel Santos Calderón, una vez conocido el fallo adverso para el país en 2012, inmediatamente realizaron una defensa en contra de las pretensiones del Dictador de Nicaragua, Daniel Ortega para ampliar la plataforma submarina en 150 millas, a las 200 obtenidas en dicho fallo judicial. Con una argumentación jurídica, que duró cerca de una década y que inclusive, fue respaldada por el anterior equipo del expresidente Iván Duque, lograron que existiera suficiente ilustración y que fue respaldada en la audiencia oral del mes de septiembre por los juristas nombrados por el presidente Gustavo Petro Urrego.
Para el honor a la verdad, fue un triunfo de todos los equipos de abogados que desarrollaron esta férrea defensa de los intereses del pueblo raizal de este archipiélago de Islas. No es objetivo, desconocer el esfuerzo de otros actores que intervinieron en dicho proceso judicial a nivel internacional. Igualmente, la elocuencia del presidente Petro no se hizo esperar en la instalación de la nueva agenda legislativa del Congreso de la República. Por hora y 45 minutos, hizo una defensa de su gestión realizada durante su primer año de gobierno. Hay que reconocerle al presidente que abordó diversos temas de interés nacional. Son sanas las intenciones que pretende desarrollar para buscar el cambio en algunas áreas estructurales de la institucionalidad colombiana. Desafortunadamente hay que ser realistas. La coalición mayoría que tuvo al inicio de su mandato la perdió totalmente, Sus grandes reformas presentan un tránsito incierto en esta Corporación.
Por primera vez se le escuchó un tono conciliador. Convocó a un acuerdo nacional para la aprobación de estas reformas. Desafortunamente en algunos apartes de su discurso, tocó tangencialmente el tema de la paz y afirmó erróneamente que se había disminuido la intensidad del conflicto armado en el país. Ahí fue la de Troya. Desde algunos ángulos del recinto sagrado de la democracia, le gritaron mentiroso y lo abuchearon. En algunas regiones del país, las masacres y asesinatos selectivos de lideres sociales se han incrementado, junto con el desplazamiento forzado, taponamientos diarios en las vías, reclutamiento de menores, secuestros, boleteo, vacunas, inseguridad ciudadana, narcotráfico, corrupción y podemos seguir enunciando que el auge de la delincuencia y las organizaciones narcoterroristas, son el pan de cada día en el país. La oposición le hizo serios cuestionamientos a su gestión y les desvirtuaron apartes del contenido de su discurso.
