Diario del Huila, Ciudad
Por: Hernán Guillermo Galindo M
Fotos: José Rodrigo Montalvo
Los vendedores ubicados en el Puerto de las Damas en Neiva han heredado la labor de generaciones de hace más de 60 años. El material se utiliza en viviendas y cercos rurales.
La guadua es una planta de la familia del bambú, que aporta grandes beneficios a la tierra y a las personas, pues con ella se puede construir casi todos los elementos de una casa.
Y en Neiva hay quienes la aprovechan de diferente manera como en el Puerto de las Damas, a orillas del río Magdalena, donde un grupo de personas se dedica a comercializarla hace más de 60 años, que se trae del sur del Huila y de los cultivos en el Quindío.
Se aprovecha especialmente en trabajos de arquitectura, en la construcción y en la realización de artesanías. Son varios los proyectos ecoturísticos que han comenzado su proceso con base en la realización de toda su infraestructura en buena parte con la guadua como material principal.
“La guadua la traemos especialmente del Quindío, por trámites, allá es permitida la comercialización, mientras en el Huila hay más exigencias en las licencias ambientales”, cuenta Oscar Iván Perdomo.
Comenzó a temprana edad con el primer dueño que tuvo el deposito improvisado en un costado de la avenida Circunvalar con carrera segunda, con don Hernando Charry, quien lo vinculó en el negocio.
“Él ya murió y ahora sigo con el nuevo patrón, Samir Calderón, que además comercializa madera”, comenta.
Nos mandan el carrado con todos los papeles en regla y acá la comercializamos para construcción, para estructura y otra variedad de usos que tiene la guadua, sostiene.
“La utilidad de la guadua ha crecido debido a su buen precio, que termina convirtiéndola en uno de los materiales más baratos para la construcción de estructuras de vivienda y puentes”, recalca.
En el Huila se está empleando para la casa-fincas, kioscos y casas como en el caso de lugares en Rivera y en el desierto de la Tatacoa, en donde ya hay muchas construcciones, agrega.
Carlos Rodríguez dice que “aunque ya hay cultivos en la zona sur del departamento, especialmente en Pitalito, nos toca traerla del Quindío por la dificultad de los permisos ambientales en el Huila. Sólo es que nos hagan el pedido, se factura y enseguida se envía de acuerdo a la necesidad del cliente”, destaca.
Como en cualquier actividad económica han tenido que soportar momentos difíciles como la pandemia, pero ahora están pasando por una buena etapa de ventas debido al alto costo del hierro por lo que los hace más atractivos para el gremio de la construcción, cuenta.
Son agradecidos por tener trabajo y poder generar ingresos para sus familias. En el caso de don Samir, genera cinco empleos directos y no se tiene cuantificado cuántos indirectos, “pero son varias las familias que se benefician de esta labor”.
La guadua en el Puerto de las Damas se comercializa desde una unidad hasta lo necesario para el cliente, son de 6 metros de largo a un costo entre $10.000 y $12.000 pesos, según el grosor.
“El margen de ganancia no es muy alto ya que la compran en promedio a $8.400 pesos”, cuenta.
Legalización de la venta en el lugar
Pedro Celis señala que están en proceso de reubicación o de legalización del local debido a los trabajos de modernización que se adelantan en el Malecón, metros delante de la ciudad.
“Dicen que nos van o a reubicar o a legalizar los locales con lo que tocaría pagar un impuesto, pero estamos dispuestos a cualquiera de las dos propuestas, básicamente lo que nos interesa es seguir trabajando”, comenta.
Otro proceso que se da en el emblemático sitio es la transformación de la guadua.
“Hacemos escaleras de 3 a 6 metros y el calcetón para construcción, son básicamente cajones en guadua para fundir planchas”, explica Oscar Iván Perdomo, que retoma el tema de la comercialización y usos.
Los precios para los interesados son a diez mil pesos el metro, “muy económico y se venden debido al alto costo del material metálico, indica Rosendo Toledo.
Otra utilidad, ya más antigua, es para hacer cercas de predios rurales o fincas y hasta en las viviendas, como se ve en las zonas de invasión de Neiva o en barrios de zona rural.
Varios de los vendedores han realizado cursos en el Sena para transformar la guadua en artesanía, pero no se han decidido a continuar por falta de apoyo económico.
En Colombia, cerca de 55.000 hectáreas están destinadas a la guadua, una gramínea gigante que en la actualidad se consolida como una alternativa sostenible no solo desde lo ambiental; también desde otras áreas como la construcción, la producción de fibras o, incluso, la producción de carcasas para equipos electrónicos.
4000 ha en los departamentos del Valle del Cauca, Caldas, Risaralda y Quindío. el objeto de promover el estudio, el cultivo, la utilización y la comercialización de la guadua en función del desarrollo y bienestar de los habitantes y del medio ambiente.
En el Huila, hay cultivos principalmente en la zona sur del departamento, las condiciones climáticas y geográficas son muy benéficas para los guaduales. Dadas estas características, la guadua angustifolia en los últimos tiempos se ha convertido en materia prima para los pobladores de esta zona, principalmente en el municipio de Pitalito, donde gracias a esta especie de gramínea se pueden desempeñar en varias actividades económicas desde productores, comercializadores, constructores, artesanos hasta la participación industrial.