Es bueno insistir, que el desgaste de los partidos políticos tiene su origen en la corrupción, ese fenómeno nos ha llevado a pensar que estaríamos muy cerca de perder toda posibilidad de mantener el sistema democrático en Colombia si no somos capaces de erradicarla. Increíble que a sabiendas del daño que provocan los corruptos, aceptemos convivir con ellos y no hayamos tomado la decisión de derrotarlos para marginarlos, definitivamente, de toda participación en política y en la administración, a todo nivel. No hemos tenido el coraje de cambiar.
No querer cambiar, es sinónimo de no querer ganar. El discurso de los de acá, es el mismo de hace 30 años, mientras nuestro contradictor, hábilmente tiene el otro discurso, aunque sea mentiroso, de cambio y, la gente le está creyendo. No soy ave de mal agüero, pero es lo que estamos viendo en países vecinos, como Nicaragua, Cuba, Venezuela, Honduras, Chile, la experiencia de Bolivia y lo que vivió Ecuador antes del mandato del Lenin Moreno y la situación que vive hoy la Argentina. Esos ejemplos muestran un panorama altamente preocupante si en Colombia no logramos encontrar a la persona que pueda representar las fuerzas de derecha y las de centro derecha, con la que podamos ganar la presidencia de la república en mayo del año entrante. La incógnita y seguramente la solución está en definir, lo más pronto posible, qué es lo que debe hacer el Centro Democrático en estos momentos. Pedirle a Oscar Iván Zuluaga que lidere y convoque a los distintos candidatos de otras coaliciones de centro, centro derecha, la de la Esperanza y la de la Experiencia, a fin de precisar un acuerdo programático, para escoger el candidato, o candidata, que unidos, nos conduzca a la victoria.
Se ha conocido que algunos de los candidatos de esta última coalición como los Drs Federico Gutiérrez, David Alejandro Barguil, y Alex Char, han aceptado que nuestro candidato Oscar Iván Zuluaga ingrese al pacto y haga parte del equipo por Colombia como serio aspirante en el proceso de selección del candidato único de esas fuerzas políticas, ampliadas. Pero considero que, dadas las circunstancias que vive la república, ese acuerdo debe darse antes de las elecciones de marzo.
Caer en el pecado grave de la soberbia, sería un error garrafal. Los enemigos del presidente Uribe han dicho, erróneamente, que acercarse a Uribe seria dar un paso en falso, pero aquellos lo dicen porque, precisamente ese pecado no les permite reconocer que, lo que positivamente le queda a la democracia, como resultado de su buen gobierno, es la fortaleza electoral del jefe el Centro Democrático. Inteligentemente el equipo de la experiencia así lo ha visto y no se equivocan. En esta oportunidad no será el que diga Uribe, sino aquel que se acerque a Uribe. Ningún candidato puede desechar los más de 7.0 millones de votos que el Uribismo contabilizo en las elecciones de 2.014, ni los 10,2 millones obtenidos en las urnas en 2.018, por Zuluaga y Duque, respectivamente.
Regresando al Huila, tenemos que el partido conservador mantiene las candidaturas de la Dra Esperanza Andrade para el Senado y la del Dr Felipe Losada Polanco para la cámara de Representantes. Los dos han ejercido satisfactoriamente sus funciones y su partido les ha renovado el voto de confianza para que continúen siendo sus voceros.
Me quedan por analizar los candidatos de mi partido. Advertidos de que solamente tenemos de candidato al senado al Dr Álvaro Hernán Prada, excelente y único aspirante del CD y del Uribismo por el sur de Colombia, ya que la lista que hemos conocido de pretendientes a la cámara, tal como lo dijo el senador bachiller, es que se trata “de su lista”, surgida de un directorio ilegitimo, lo que quiere decir es que no la podemos aceptar como la oficial del partido. Sin embargo, de ese grupo se salva, precisamente por guardar su independencia, por su coraje e inteligencia la Dra Cielo Ortiz Serrato. Con ella habremos de ganar.