Algunos animales fueron esenciales en los viajes al espacio. Un mono, un felino un canino, los que se resaltan en este importante aporte.
Se trata de la perra Laika, el mono Ham y la gata Félicette, los tres animales que desempeñaron un rol fundamental en las investigaciones que condujeron a la tripulación de vuelos por fuera del planeta Tierra, razón por la que, durante el Día Internacional del Vuelo Espacial, se les brinda un homenaje.
La Agencia Aeroespacial de los Estados Unidos, NASA, brindó detalles sobre algunas de las curiosidades de la vida animal a bordo de sus naves: “Las jaulitas de los ratones, por ejemplo, no llevan virutas de madera, ya que flotarían. Las botellas de agua deben funcionar a presión y el alimento debe ir en barras comprimidas: en condiciones de gravedad cero, nada se queda en un cuenco”, mencionaron.
En cuanto a los animales terrenales, el Homo Sapiens no es el único que se resalta entre los viajes al espacio, puesto que el mono Han, la perra Laika y la gata Félicette fueron los primeros en la exploración exterior, agregando que: “También hubo ratones, tortugas, arañas, ranas y hasta moscas a bordo de naves espaciales, pero ellos tres se destacan por la magnitud y el impacto de su trabajo, en el caso de Laika, además, por su sacrificio, ya que no sobrevivió a la misión. Asombrosamente, los animales se adaptan muy rápidamente, en cinco minutos los ratones flotan en sus espacios vitales, se limpian y comen, tal como lo harían en la Tierra”, expresó Laura Lewis, del Comité Institucional sobre el Cuidado y el Empleo de los Animales de la NASA.
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Entre las experiencias llamativas del viaje de los animales al espacio, es que no tienen la capacidad de dar el consentimiento como en el caso de las personas, toda vez que “las regulaciones para la investigación con animales son más intensas que las de las que se hacen con gente, los animales no se pueden negar, así que las personas tenemos que trabajar por ellos. Estos animales han enseñado a los científicos mucho más de lo que podrían haber aprendido sin ellos. Sin las pruebas con animales en los primeros días del programa espacial, los programas soviético y estadounidense podrían haber sufrido grandes pérdidas de vidas humanas. Estos animales prestaron un servicio a sus respectivos países”, concluyó Lewis.
