Por: Carlos Tobar
Estamos a mes y medio de la fecha de inscripción de las candidaturas para gobernación, alcaldías, asamblea y concejos municipales. Todas las fuerzas políticas y ciudadanas están en plena ebullición para seleccionar las personas que los representarán en esas instituciones. Es la consolidación de la cultura de participación política en los asuntos locales y regionales que se abrió con la elección popular de alcaldes en 1988 y de gobernadores en 1992.
Es una experiencia relativamente nueva, si se entiende que los 35 años transcurridos son un lapso corto de tiempo para afianzar en la mente de los ciudadanos la importancia de los instrumentos de la democracia directa.
Las experiencias son de todo tipo. Desde alcaldes y gobernadores excelentes que han puesto los intereses colectivos como él objetivo principal de su gestión, pasando por muchos que no dejaron huella o, incluso corruptos que han asaltado los escasos recursos locales o regionales para el beneficio particular de ellos y sus microempresas electorales.
Un mecanismo de selección que se ha ido fortaleciendo en la mente ciudadana, para erradicar los politiqueros corruptos que desdibujan la elección de gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, es poner atención a los volúmenes escandalosos de dineros “invertidos” en sus campañas, especialmente orientados a comprar conciencias y votos.
Desafortunadamente, muchos corruptos camuflados en microempresas electorales de corte personalista, supuestamente independientes, continúan haciendo daño. Deformando el principio constitucional de darle a la ciudadanía el poder de elegir a quienes mejor representen los intereses colectivos de igualdad y progreso.
Un periódico regional realizó este fin de semana una encuesta preliminar de gobernación y alcaldía de Neiva. Es el “estartazo” de la carrera por las nominaciones que se decantarán el 29 de julio, fecha límite para la inscripción de las candidaturas.
De esa primera fotografía se puede decir que, en el caso de gobernación, el panorama está totalmente abierto. Qué Rodrigo Villalba, el viejo cacique ‘liberal’ caracterizado por su eclecticismo político (siempre se ha acomodado a los gobiernos triunfantes), quién ya proclamó su aspiración, marque un porcentaje relativamente bajo. En segundo lugar, aparece Rodrigo Lara Sánchez, un exalcalde de la ciudad de Neiva, que aún no ha formalizado su aspiración. En el nivel intermedio la candidata del partido conservador y, en la parte baja otros candidatos con menor figuración.
En la alcaldía de Neiva, aparece un candidato con amplia ventaja, German Casagua, con un porcentaje alto para ser una encuesta preliminar. Bastante lejos los candidatos oficiales y oficiosos del actual alcalde (Wilker Bautista, Amín Losada y Jorge Andrés Gechem) y, seguidamente los candidatos que aspiran a encarnar alternativas diferentes a las microempresas electorales que mencionábamos arriba.
Son los primeros hervores de una contienda electoral en la que se va a probar la madurez política de una ciudadanía que está cansada de la mediocridad y la corrupción.
