DIARIO DEL HUILA, PERSONAJES
De las 1.205 mujeres uniformadas que tiene la Armada de la República de Colombia, la Capitán de Navío Beatriz Helena García Restrepo; huilense de corazón, fue designada al curso de Contralmirante convirtiéndose en la primera mujer en Colombia en llegar a este cargo. Diario del Huila habló en exclusiva con este ‘Personaje’ que resalta el papel de las mujeres del siglo XXI.
La Capitán de Navío Beatriz Helena García Restrepo, oriunda de la ciudad de Manizales, pero con grandes raíces huilenses será la primera mujer oficial de la Marina aspirante al grado de Contralmirante de la Armada de la República de Colombia.
Cuenta en exclusiva su vida, proceso en la institución y los grandes retos a nivel profesional y personas al recibir esta designación, al tiempo que rinde un homenaje a todas las mujeres que, como ella, luchan por hacer realidad sus sueños.
¿Quién es la Capitán de Navío y parte de sus vivencias en la ciudad de Neiva?
Soy la hija menor de un hermoso matrimonio conformado por Hernán García Vanegas; opita y por Mery Restrepo de García, una quindiana. Mis padres se conocen en la Universidad de Caldas en Manizales, los dos son abogados.
Mi nacimiento se da en Manizales, ya cuando mis padres desean hacer su tránsito, llegamos a vivir a la ciudad de Neiva cuando yo tenía 4 años. Tengo dos hermanos mayores; Carlos Hernán y Jorge Enrique. Llegué al Huila, estuve hasta mis 18 años. Soy bachiller del Colegio Claretiano.
Una vez culmina mi infancia en el Colegio, tenía muy claro que quería ser abogada como mis papás y en ese momento en Neiva no había esta carrera. Es así como decido ir a estudiar al a Universidad la Gran Colombia seccional de Armenia, allí llegue a vivir con mis abuelitos, algo maravilloso.
En 1997 me gradúo como abogada me devuelvo a Neiva con mi diploma, feliz.
¿Cómo nace el amor y el deseo de pertenecer a la Armada de la República de Colombia?
Mi papá siempre me inculcó el amor por la Armada y me manifestaban sus deseos de que fuera abogada de la Institución. Él estuvo en la Marina cuando se hacía el grado 10 y 11 de bachillerato . Decidió ser abogado y por eso no continuó con su carrera militar, pero siempre tuvo en su alma y en el corazón a su Armada de Colombia.
Hay una coincidencia muy linda, mi papá nació el 24 de julio que es el día que se conmemora el aniversario de la Armada de Colombia.
Hoy en día le agradezco completamente haberme impulsado, haberme dado esta gran idea y le rindo un homenaje hoy; él falleció hace cuatro meses, sé que desde el cielo está muy contento por este gran triunfo de familia.
¿Su madre juega un papel muy importante también en esta decisión?
Mi madre es una mujer poderosa, emprendedora, que siempre me dio su pujanza, que me apoyó para poder continuar y ser perseverante en esta carrera militar.
Ella también siempre se desempeñó en la rama judicial, Juez de familia. Es una mujer muy acertada. Con una fuerza y un empuje maravilloso. Definitivamente ella es mi referente; mi media naranja.
La admiro porque yo era la única hija, la menor, mis hermanos pues ninguno coge este camino, en realidad soy la única de toda la familia que hace parte de las Fuerza Pública de Colombia. Ella desde el principio creyó en la idea que me sembró mi papá y vio que era una institución muy sólida y siempre dijo que le parecía una gran opción para mí.
Como ella me forma fue algo clave, con fuerza, con seguridad, la elocuencia. Mi papá fue el impulso, pero mi mamá fue la que me ayudó a perseverar en esos momentos en los que creemos y tenemos algún aspecto que nos haga dudar.
Hubo algo muy bello y es que ella generó una red de apoyo, me mandaban cartas, les pedía cartas a los abogados, los jueces, fiscales, magistrados a que me dieran moral y apoyo. Siempre me ayudó a creer en mí.
Ella fue condecorada en 1993 como la mejor Juez de Colombia, representando el Huila, entonces siempre me enseñó lo mejor, tengo el mejor modelo.
¿Cómo es su ingreso a la Armada?
Una vez sale la convocatoria, ingreso y me desempeñé en la rama judicial como secretaria de un juzgado de familia, en el Palacio de Justicia, mientras se daba toda la parte del proceso de la incorporación a la Marina e ingreso a la Escuela Naval en Cartagena donde hoy laboro actualmente, en mi Escuela Cadete ‘Almirante Padilla’ como asesora jurídica. Ingresé un 1 de septiembre de 1997, ya son hermosos 25 años.
¿Cómo es su proceso en la Institución, sus mayores logros?
Inicialmente tuve un proceso de formación militar, uno entra con una profesión. Las mujeres profesionales, venían desde 1984. Una vez hago mi proceso de formación militar, entonces me destinan a Bogotá a la asesoría Jurídica de la Armada, que es la dependencia que yo cree en ese momento, posteriormente me voy especializando en Derecho Penal, se da la opción de ser Juez Penal Militar en Tumaco Nariño y allá me desempeño un tiempo.
En este camino me caso con un oficial de Marina de Colombia; el oficial Capitán Mauricio Estrada Durán; quién falleció en una misión del servicio en el 2004.
Luego me sale traslado a Coveñas, allí sigo siendo juez, posteriormente me voy a Bogotá tengo varias designaciones y ya un tiempo más tarde vuelvo Cartagena como Fiscal de la Fuerza Naval de Caribe. Actualmente me encuentro laborando en esta ciudad como asesora Jurídica de la Escuela Naval en Comisión.
Usted recibe una designación muy importante, cuéntenos acerca de esto
Yo fui seleccionada por el alto mando naval para ser el primer oficial de la Marina para aspirar al grado de Contralmirante. Debo hacer un curso de un año en la escuela Superior de Guerra; un curso integral de defensa nacional y finalmente se podrá dar el ascenso como la primer Contralmirante de toda la historia de la Armada de Colombia en estos 199 años. El año entrante es un año muy importante para la Marina porque es el bicentenario Naval.
¿Qué significa ser la primera mujer en ese rango y cuales son los retos a nivel profesional y personal?
Esto significa un orgullo muy grande. Es la satisfacción del deber cumplido. Yo he trabajo con profundo amor la Institución y ese es el reflejo. Fue un compromiso total en medio de todos los cargos que desempeñé en estos 25 años.
Es sentir que cada semilla sembrada ha dado fruto. Siempre me rodee de personas maravillosas y gracias a ellas me encuentro hoy aquí, ha sido un gran equipo de trabajo.
Los sueños sí se pueden cumplir, indudablemente en la vida hay situaciones que debemos sortear, pero cuando uno es resiliente, es positivo ante la adversidad y mira más los aspectos hermosos que tiene la vida y se le mete el empuje diario, estos son los resultados.
Aquí si invito a todas las personas que trabajan por un sueño a que no desistan. Todo con esfuerzo tiene una recompensa maravillosa.
Cómo mujer esto es una satisfacción muy grande. Desde 1984 han ingresado las mujeres a la Armada, las oficiales que me antecedieron hicieron un gran papel. Es el trabajo de cada una de ellas el que permite que hoy yo pueda ser elegida para hacer parte de este gran curso de formación integral de defensa Nacional.
Eso implica que tengo un peso muy grande en mis hombros porque tengo que representarlas muy bien. Seguir actuando con ética y profesionalismo, pero abriéndoles todas las puertas porque tenemos unas mujeres maravillosas. Somos en total en la Marina; entre personal femenino uniformado y no uniformado, 2.195 mujeres, de las cuales 1.205 somos uniformadas, de ellas aproximadamente 1.000 somos oficiales y suboficiales y tenemos 30 estudiantes en escuela para ser suboficiales en Barranquilla y en la Escuela Naval de Cadetes, unas Cadetes y Guardia Marinas.
Yo debo abrirles el camino para cada una de estas 1.205 mujeres, en la evolución que ha tenido la Armada se han dado estos espacios, pero los mismos dependen de nuestro trabajo, entrega, actuar correctamente pegados a la constitución, a las normas, apreciar mucho el talento humano y actuar siempre con una defensa y protección de los derechos humanos. El buen trato y el respeto a los demás nos hace grandes.
También es la primera vez que en la Armada se escoge una mujer del cuerpo administrativo para ser oficial de insignia, estoy teniendo ese doble honor.
En los retos a nivel personas pues son muchos, yo quiero darles las gracias a todas las personas que me han impulsado y rodeado, a los grandes mandos, pero también a mis subalternos por su apoyo.
Hay algo y es que yo pues soy viuda, pero tengo dos hijas y a ellas hoy les doy las gracias porque me han permitido ser mamá, pero también me han dado la oportunidad de seguir especializándome, capacitándome. Han sido tan juiciosas y responsables que he podido ser mamá y papá, cumplir en mi trabajo y estar atenta a ellas. El reto es seguir cumpliendo con el reto materno, estar presente en sus vidas y darles a ellas esa pujanza que necesitan para continuar. Esto sin duda es también un homenaje para mi esposo a su familia.
Hoy en día le agradezco completamente haberme impulsado, haberme dado esta gran idea y le rindo un homenaje hoy; él falleció hace cuatro meses, sé que desde el cielo está muy contento por este gran triunfo de familia.