Por: Álvaro Hernando Cardona González
Comenzó el año 2.024 de la era cristiana. ¿Cuáles serán seguro los temas más reiterados por esta columna durante este año? Hacemos el pronóstico de que lo serán:
Primero que nada, la situación económica nacional. Que más que nada nos interesará porque impacta el medio natural, ya que si no hay dinero, no hay ni calidad de vida que es determinante en el desarrollo sostenible, y determinante para contar con los recursos necesarios para invertir en conservación y recuperación ambientales. Y porque si no hay calidad de vida aumenta la inseguridad, la migración de los mejores profesionales y técnicos, la salida de capital y se crea un círculo vicioso que es fácil de detectar en sistemas políticos similares al nuestro, como por ejemplo Cuba y Venezuela.
Derivado del anterior, el empleo. ¿Qué tiene eso qué ver con el medio o ambiente natural? Mucho: perderemos capacidad operacional de las autoridades ambientales, las empresas siempre cortan empleos por lo “no productivo” como lo ambiental, y hace parte del círculo vicioso que acabamos de mencionar. También tiene incidencia en la inseguridad y es lo que más necesitamos para reactivar la economía nacional y poder llegar a los rincones lejanos de Colombia con mayor riqueza natural.
Por supuesto los aspectos más relevantes que sucedan o tengan relación con el medio natural (impactos generados por obras, proyectos o actividades humanas) y los recursos naturales, tanto renovables (agua, flora, fauna, suelo, aire, paisaje, etc) como no renovables (hidrocarburos, minería, energía, etc). No solo porque sin estos no hay vida humana, ni animal, ni vegetal; sino porque no hay salud y las amenazas de nuevas pandemias son latentes. Y porque es un medio natural adecuado y abundante de recursos, lo que permite el desarrollo sostenible.
Transversalmente está la cuestión política o politiquera. Según la actitud que cada mandatario departamental, municipal o distrital, recientemente posesionados, asuma. Recuerden: si gobiernan pensando en votos para la siguiente elección, harán malos gobiernos; y serán politiqueros del montón. En cambio, si gobiernan sincerando los problemas, acompañando las decisiones con valor institucional, y con coherencia, serán políticos que todos añoramos mucho y necesitamos tanto.
En fin, como ocurre en Latinoamérica, cada año viene cargado de demasiadas sorpresas en todos los ámbitos. Lamentablemente son más las sorpresas negativas que positivas. Al cerrar este año haremos los balances. Por eso, los invitamos a guardar esta columna y tenerla como línea base. Nuevamente, deseamos a todos, cosas buenas.
