Después de meses de investigación, grabaciones y seguimiento al accionar delictivo, las autoridades desarticularon una organización criminal dedicada a la venta de estupefacientes en el Parque de los Niños de la ciudad de Neiva. ‘Los Wakanda’, reclutaban menores de edad, entre 13 y 17 años, para transportar y comercializar sustancias estupefacientes.
Diario del Huila, Neiva
Hace apenas unos días, la ciudad de Neiva fue testigo de un operativo policial sin precedentes que logró desmantelar el grupo de delincuencia común organizada conocido como «Wakanda». Esta organización, especializada en el tráfico de estupefacientes en entornos escolares y parques del área metropolitana, había sembrado el miedo y la inseguridad en la comunidad local.
Las autoridades ejecutaron el golpe en el marco del «Plan Choque 360», como resultado de una laboriosa investigación que se extendió por cinco meses. La Unidad Básica de Investigación Criminal de la Seccional de Protección lideró el operativo, contando con la colaboración de la Seccional de Inteligencia Policial y la Fiscalía General de la Nación. El objetivo claro era contrarrestar las manifestaciones delictivas que afectaban, de manera considerable, la infancia y adolescencia en la comuna 3 de Neiva.
Durante el operativo, se logró la captura de cuatro hombres y dos mujeres presuntamente vinculados a la comercialización indiscriminada de sustancias estupefacientes en entornos educativos y parques de la ciudad.
Las autoridades capturaron a Jonathan Cortes, conocido como «Ojitos», de 29 años y considerado el cabecilla de la organización, en la vereda Las Termopilas del municipio de Rivera.
Cortes ya contaba con una sentencia condenatoria por lesiones personales y otra por concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes.
Las autoridades capturaron a Andrés Arias, apodado «Rolo», de 23 años y dedicado a la distribución, en Bogotá D.C., con antecedentes por tráfico de estupefacientes.
Deisy Rodríguez, alias «Dayana», fue detenida en el barrio Fronteras del Milenio, mientras que capturaron a Jhon Godoy, alias «Forefas» y de 18 años, especializado en la venta de sustancias, en el barrio Combeima de Neiva.
Sandra Rojas, conocida como «La Mona» y de 27 años, transportadora del estupefaciente, fue arrestada en el barrio Tenerife.
Todos ellos presentaban anotaciones judiciales por tráfico de estupefacientes.
Modus operandi
La investigación reveló que el grupo delictivo «Wakanda» operaba en entornos escolares de dos instituciones educativas cercanas al parque de los niños, así como en dicho parque, generando una renta criminal estimada en 3 millones de pesos semanales.
El modus operandi de la organización incluía el reclutamiento de menores de edad, entre 13 y 17 años, para transportar y comercializar sustancias estupefacientes, desempeñando además el rol de «campaneros». A cambio de su labor, los menores recibían sustancias estupefacientes como compensación.
El comandante de la Policía Metropolitana de Neiva, el coronel Alexander Castillo Marín, destacó la importancia de la operación: «Con la captura de estas personas, estamos salvaguardando la integridad de más de 1.200 niños, niñas y adolescentes que adelantan sus estudios en estas dos sedes educativas y de cientos de personas que visitan semanalmente el parque de los niños».
En la audiencia ante el juez de control de garantías, se dictaron diversas medidas cautelares para los detenidos. Tanto «Ojitos» como «Macondo» recibieron medida de aseguramiento en establecimiento carcelario, mientras que «Rolo» quedó bajo detención domiciliaria. «Dayana» obtuvo libertad con presentaciones, y «Forefas» y «La Mona» fueron puestos en libertad.
El llamado a la conciencia de los padres, la comunidad educativa y demás involucrados en la educación de niños, niñas y adolescentes es contundente. La preocupación radica en evitar que estos menores caigan en las redes de los delincuentes y se vean involucrados en la comisión de delitos que puedan marcar sus vidas y futuros irremediablemente.
Economía ilícita
La trama criminal de «Wakanda» se revela aún más detallada después de una minuciosa investigación que implicó más de 30 horas de análisis de material audiovisual. Este componente clave proporcionó una visión íntima del modus operandi de la organización, revelando la complejidad de sus operaciones y la profundidad de su infiltración en entornos escolares y parques de la ciudad.
Durante la exhaustiva pesquisa, que abarcó un periodo de más de ocho meses, los cuerpos de seguridad lograron desentrañar la estructura interna de «Wakanda». Cada miembro, desde el cabecilla hasta los transportadores, fue sometido a un escrutinio meticuloso. Este proceso permitió entender la red de conexiones y estrategias que la organización empleaba para evadir la justicia y perpetuar sus actividades ilícitas.
El comandante de la Policía Metropolitana de Neiva, el coronel Alexander Castillo Marín, destacó esta investigación en el contexto de una serie de operaciones planificadas para mejorar la convivencia y la seguridad ciudadana en la ciudad. Indicó que estas acciones no solo buscan desmantelar grupos delictivos, sino que también tienen como objetivo prevenir futuras actividades ilícitas que puedan amenazar la tranquilidad de la comunidad.
La dimensión económica de la operación criminal también se develó con sorprendentes detalles. La venta indiscriminada de estupefacientes generaba una renta estimada de 10 millones de pesos. Esta cifra subraya la magnitud del problema y la necesidad urgente de erradicar estas redes delictivas que amenazan la seguridad y el bienestar de la sociedad.
La dinámica operativa de «Wakanda» era particularmente alarmante, ya que operaban a diario en el sector. Esta constante actividad tenía consecuencias graves para la comunidad, en especial para los niños, niñas y adolescentes del área. La contaminación de estos entornos con la presencia y actividad delictiva del grupo no solo representaba un riesgo para la seguridad, sino que también amenazaba el desarrollo saludable de la juventud local.
El impacto social de esta operación trasciende las detenciones y las incautaciones. Es un llamado de atención a la sociedad y a las autoridades para abordar de manera integral el problema del tráfico de drogas en entornos escolares. Las secuelas de la actividad delictiva de «Wakanda» han dejado cicatrices en la comunidad, y la lucha contra estas organizaciones criminales requiere una respuesta continua y coordinada.
La Policía Nacional hace un llamado a la ciudadanía para que continúe colaborando con las autoridades, suministrando información a través de la línea 167 «Antidrogas», con el objetivo de erradicar de manera efectiva y contundente este flagelo de la sociedad huilense. Este operativo representa un hito en la lucha contra el tráfico de drogas y la protección de los entornos educativos en la región. La comunidad espera que esta acción siente un precedente firme contra aquellos que amenazan la seguridad y el bienestar de las generaciones futuras.
