Alfonso Vélez Jaramillo
Es la pregunta que se hacen muchos por estos días y no pretendo responderla, sólo quiero hacer mi aporte al debate para que cada uno decida lo que quiera.
Lara dice no ser un político tradicional y por estrategia sitúa a sus contrincantes como políticos tradicionales, pero vemos que en la trayectoria de Lara Sánchez hay un político tradicional que siempre actúa en los procesos electorales con las componendas propias de los políticos tradicionales.
Cuando Lara se eligió alcalde de Neiva pactó acuerdos políticos con los políticos (valga la redundancia) y pactó apoyo electoral por cuotas burocráticas, que no es una falacia. Así lo apoyaron Géchem, Macías, Triana y Andrade. Cuando ganó les cumplió nombrándoles las cuotas a ellos.
A Macias, que es un fiel representante de la clase política tradicional, Lara cuando fue alcalde le nombró a su cuota política Cielo Ortiz, como gerente de Empresas Públicas de Neiva, famosa por sus escándalos derivados de la compra de químicos de baja calidad para potabilizar el agua de los neivanos.
También le dio cuota al jefe de la U, Jorge Eduardo Géchem Turbay, con su hijo, Jorge Andrés, como jefe de la Oficina de Derechos Humanos y Paz de la Alcaldía de Neiva.
A los jefes Conservadores Hernán y Esperanza Andrade, les nombró a Chucho Vega, así como al congresista Julio César Triana, de Cambio Radical, a Yamile Rico en una secretaría.
Pero Lara también favoreció a “algunos pocos” que financian sus campañas. El portal «Cuentas Claras», registró entre los aportantes a la campaña de Lara para la alcaldía de Neiva, al anestesiólogo y empresario Alfonso Rosero Falla y su familia y al abogado Diego Muñoz.
Alfonso Rosero, Carlos Augusto Rosero y el odontólogo Francisco José Rosero, contribuyeron con $69.500.000 y se quedaron con la ESE Carmen Emilia Ospina, gerenciada por Erika Paola Losada, esposa de Alfonso Rosero, durante los 4 años del gobierno Lara.
El abogado Diego Muñoz, gerente de la campaña a la alcaldía de Lara, según «Cuentas Claras» aportó $25 millones y a cambio Lara le nombró Secretaría de Hacienda a su compañera de oficina en Bogotá Saharay Rojas, importada de Fusagasugá, hoy famosa por hacer triquiñuelas y sembrar terror en la alcaldía de Bucaramanga, según Diario Vanguardia.
A Muñoz Marroquín, le dio además el SETP en cabeza de su amigo Josué Benavidez, el boyacense que llegó al Huila en Twingo y ahora anda Toyota, compró un hotel en Rivera y múltiples propiedades, luego de su paso por la alcaldía de Lara Sánchez.
Inclusive debe mencionarse al empresario René Cantillo, aportante de Lara y la persona sindicada de ser “el hombre del maletín” y pagar los sobornos para elegir al personero y el contralor municipal, que no terminaron bien, cuyo fin era que Lara no tuviera controles en la administración, el proceso está en etapa de juicio, y corre riesgo de precluir por vencimiento de términos.
Lara Sánchez es campeón en componendas, pero en público se vende como transparente. Le llenó los bolsillos a contratistas paisas, santandereanos y boyacenses durante su Mandato como alcalde para pagarle a sus patrocinadores despreciando los empresarios locales y eso los gremios lo recuerdan.
Ahí no para el cuento. Cuándo fue fórmula vice presidencial recibió el apoyo de los políticos y partidos más representativos de la vieja política como Cambio Radical, Conservadores, La U, Centro Democrático, a nivel nacional y en el huila buscó el respaldo y se tomó fotos con todos esos jefes, Esperanza y Hernán Andrade, Ernesto Macias, Julio César Triana, Víctor Andrés Tobar, mientras que ahora cuando es candidato a gobernador los desconoce dice que no tiene ni un concejal y que no va trabajar con los políticos tradicionales, sin embargo, pacta con Andrade y Macías, para que lo apoyen por debajo de la mesa.
Este fin de semana Macías sale del ‘closet’ y apareció en un encuentro público en Garzón junto a Lara exponiendo claramente que tienen un acuerdo político.
Así digan ahora que Macías no es representante de la clase política tradicional, la gente no es tonta. ¿Por qué no dicen lo que es? Lara y Macías son representantes de la política tradicional, y actúan como tal.
Macías, el de la ‘jugadita’ es representante de la más rancia política tradicional y fue dueño y señor de toda la burocracia en el gobierno anterior de Duque, en el Huila especialmente en la Electrificadora en donde todavía le quedan cuotas como en otras dependencias oficiales.
Ya que se ha hecho pública la relación de Lara – Macías, vale la pena la pregunta que se hacen muchos: ¿Es más lo que le quita, que lo que le pone Macías a Lara?