ERNESTO CARDOSO CAMACHO
Cada vez más cerca del 29 de octubre, es conveniente realizar algunas observaciones con sentido crítico, en el sano propósito de explicar el juego perverso de intereses codiciosos en que han convertido la noble actividad política.
Desde luego es indispensable señalar que el sistema político y electoral vigente ha venido haciendo crisis, en la medida en que los partidos políticos se han convertido en maquinarias clientelares dirigidas a administrar los intereses de congresistas enquistados en el poder.
El primer signo que permite corroborar esta afirmación, lo constituye el hecho de que el sistema de avales que solamente otorgan los 35 partidos reconocidos por el CNE, se ha convertido en una vergonzosa feria en la cual; por una parte, los congresistas y directores de las colectividades políticas condicionan su entrega a candidatos que deben someterse a sus mezquinos intereses, y no a militantes que ofrezcan nuevos liderazgos que oxigenen el sistema democrático con el compromiso del servicio a la sociedad; y por otra parte, sin exigir en muchos casos conocimiento y capacidad de interpretar las realidades sociales cada vez más exigentes por los atrasos en la satisfacción de las necesidades colectivas.
El otro mecanismo legal para aceder a inscribirse como candidato es a través de la recolección de firmas mediante la constitución de un grupo significativo de ciudadanos, mecanismo que permite realizar un proselitismo político anticipado y oneroso pero que exige la imperativa obligación de constituir una poliza de seguros cuyo costo es muy elevado, razón por la cual, termina siendo un elemento excluyente o que conduce a vender la aspiración a quien financie su costo. Es decir, siempre se impone el interés de someter y condicionar al candidato afectando así su independencia y autonomía.
El otro mecanismo perverso lo constituye la financiación estatal, el cual se expresa en que solamente los partidos con representación en el congreso pueden recibir apoyo financiero anticipado, hecho que les permite manipular de alguna manera su distribución entre sus candidatos.
En estas circunstancias, ejercer el derecho constitucional a ser elegido se convierte en un saludo a la bandera para muchos ciudadanos que con preparación, conocimiento y experiencia, prefieren abstenerse de participar en la actividad política, privando así a sus colectividades y regiones de tener gobernantes que esten por encima de esos oscuros intereses de las maquinarias, enquistadas en el clientelismo y en la corrupción.
Lo que viene ocurriendo en nuestro departamento es una clarísima expresión de como las castas y roscas atornilladas en el poder regional quieren mantener su dominio codicioso y excluyente.
La explicación es bien sencilla. El candidato Villalva recibe 5 avales de diversos partidos que tienen entre ellos características diversas e inclusive postulados ideológicos antagónicos, razón por la cual, su propuesta la justifica en la unidad regional, la misma con la que fuera elegido su subalterno y hoy jefe de debate, el gobernador Dussan. Así mismo, la incoherencia ideológica frente al gobierno la justifica con el peregrino argumento de haber apoyado a Petro desde la segunda vuelta, pero especialmente en que, con tal maniobra digna de un buen contorsionista de circo, «es el único que garantizará las buenas relaciones con el alto gobierno», en un argumento manido y fraudulento.
Pero claro, eso suena a cantos de sirena para quienes integran el gran tejido clientelar de la politíca, pues asumen que habrá mucho presupuesto para la repartija en la contratación. No es por tanto extraño que la candidatura de Villava haya sido promovida y bautizada por el gremio de la contratación.
Por otra parte, luego de prolongada expectativa mediática, actores conocidos de las castas y clanes, como son los exsenadores Andrade, Macías y Bravo, «convencen» al ilustre médico Lara Sanchez de aceptar su candidatura; quien luego de ser fórmula vicepresidencial de Fico; se inscribe con el aval principal de un partido de gobierno como es el VERDE, en una incoherencia ideológica con coaval de dos partidos de oposición al petrismo como son CREEMOS y DIGNIDAD, cuestionado además por una presunta inhabilidad.
Quedan así en el escenario dos candidaturas que difícilmente podrían competirle con éxito al poderoso Villalva, las de Sandra y Valencia; pues la manipulación electoral consiste en que la estrategia se dirige a que el evidente y abundante rechazo a Villalva por su prolongada presencia en el gobierno regional y local, pueda ser captada o reciclada por Lara Sanchez para evitar que lo capten candidaturas renovadoras como las de Sandra y Valencia.
Hablo del poderoso Villava por su vigencia política de 40 años, concejal, alcalde, congresista, ministro, gobernador directo y en cuerpo ajeno durante 10 años; apoyado por el gobernador actual que es su subalterno político; con presupuestos muy cuantiosos a su disposición como son los de la gobernación, la Usco, los 4 hospitales regionales y la CAM, lo que suma la friolera de cerca de 2 BILLONES DE PESOS.
Todo lo anterior explica que dicha candidatura este ofreciendo y entregando apoyos económicos muy cuantiosos a candidatos a concejos, alcaldías, asambleas e incluso a dos candidatos a gobernación.
Pero adicionalmente, el que haya logrado promover una reciente encuesta publicada por el medio periodístico de su conocido socio, en la cual el lógico resultado es «haberse disparado» en intención de voto, al tiempo que sus verdaderos competidores, SANDRA, VALENCIA y JUAN C, disminuyen sustancialmente sus cifras, hasta llegar a «desaparecer e invisibilizar» a VALENCIA, candidato del uribismo y la Liga, únicos partidos de oposición al gobierno Petro.
Más clara no puede ser la manipulación electoral. Ojalá lo que se percibe con claridad en el ambiente ciudadano; que no es otra cosa que rechazo total a esa vieja clase política que ha gobernado los últimos 30 años; durante los cuales han llevado a nuestro querido Huila a sus peores indicadores de pobreza y estancamiento del desarrollo, reciba de los electores su merecido castigo el cual se insinuó en las recientes elecciones de congreso.
COLETILLA.- Si tuviera dignidad y transparencia, el gobernador Dussan ha debido separarse de su cargo. Aunque desde luego si lo hiciera ya sería tarde. Así estamos en los niveles de ética política y de verdaderas garantías.
