Por: HAROLD SALAMANCA
La medicina tradicional y la medicina convencional son dos prácticas de salud que han coexistido en muchos países por décadas. Mientras que la medicina convencional se basa en prácticas científicas y tecnológicas, la medicina tradicional se basa en la experiencia y el conocimiento de las prácticas ancestrales. En este sentido, es trascendental considerar que la integración de estas dos formas de medicina es posible, si y solo si se realice de manera responsable y cuidadosa la delimitación, el alcance meramente preventivo y la ¨formalización¨ de los servicios de la medicina tradicional que se integrarían.
Lo anterior a propósito de la incorporación de servicios prestados por médicos tradicionales, y otros, en el proyecto de reforma a la salud que se tramita en el senado, que ha sido objeto de críticas y de burlas. Es necesario tener en cuenta que la medicina tradicional es un legado cultural de las comunidades ancestrales, y que su práctica ha sido transmitida de generación en generación, desconocerla es desconocer nuestros orígenes y el origen mismo de la medicina convencional. En este sentido, es fundamental que se reconozca la diversidad cultural y que se regule la práctica y la enseñanza de las aplicaciones tradicionales dentro su contexto cultural conocidas sus limitaciones y su alcance.
Pienso que es una gran oportunidad para promover un mayor vinculo de identidad en los diferentes pueblos, el territorio, la alimentación y la salud. También creo que conocidas las experiencias anteriores donde con espíritu altruista se dejan abiertas puertas en la ley que no delimitan los verdaderos alcances de una iniciativa, es necesario ser muy estrictos y reglamentar de manera responsable y objetiva las actividades de la medicina tradicional que se van a reconocer e incorporar al plan de beneficios en salud y se establezcan estándares de calidad y seguridad en la práctica de esta medicina.
En conclusión, es importante valorar las prácticas culturales y ancestrales de la medicina tradicional, al mismo tiempo que se establecen estándares de calidad y seguridad en su práctica. La medicina es un campo que debe evolucionar holísticamente y adaptarse a las necesidades de la sociedad, sin atentar contra la vida y la seguridad de las personas. La integración de estas dos formas de medicina puede ser una oportunidad para lograr un sistema de salud incluyente, siempre y cuando se realice de manera responsable y cuidadosa, delimitando su alcance preventivo, formalizando y regulando los servicios de la medicina tradicional que se integrarían.
