María Clara Ospina
¿Sabían ustedes que uno de los renglones de divisas más importante que tiene Cuba es el ingreso que recibe por el trabajo de los profesionales, en especial, los médicos que ha enviado a trabajar fuera de la isla?
Estos hombres y mujeres son “exportados” de la isla casi como esclavos, una vergonzosa trata de personas, que pone, muchas veces en riesgo su integridad física, aún, su vida, con el solo propósito de ser explotados económicamente por el gobierno cubano para producirle entradas anuales superiores, generalmente, a las que el régimen obtiene del turismo.
Como cualquier producto de exportación, estos profesionales son víctimas de una vergonzosa manipulación de sus vidas, siendo obligados a dejar su país, sus familias y hogares, bajo la teoría de que es su deber ayudar a su patria a cambio de la educación recibida. Su trabajo debe producir divisas para el gobierno que se queda con del 75% al 90% del salario que ganan.
Esto, tiene como consecuencia que poco o nada de lo que debe ser suyo queda para ellos y sus familias, las cuales están destinadas a vivir en la isla casi en la miseria, como la mayoría de los cubanos, mientras el gobierno recibe miles de millones de dólares por su trabajo, con el agravante de que ni ellos ni sus cónyuges, padres e hijos saben cuándo regresarán ¡si es que regresan!
“Si un médico cubano deja el puesto, ya sea avisando o no, o si no regresa a Cuba forzadamente tras años de trabajo, se le prohíbe volver a ver a su familia en 8 años, lo que ha provocado que miles de niños, hijos de profesionales en el exterior, hayan quedado huérfanos en Cuba”. (Hecho denunciado en el Examen Periódico de Cuba que el Comité de los Derechos del Niño. Junio 2022).
Entre 50 mil y 100 mil profesionales cubanos trabajan para “estados hospedantes” como llama el gobierno de la Habana a países como Venezuela, México, Brasil, Kenia, Angola y otros, donde mediante contratos de “agencias de colocación” del régimen cubano, son empleados supuestamente para ejercer sus carreras y, naturalmente, también como agentes para difundir la doctrina comunista que ha controlado la isla por seis décadas
Muchos de ellos llegan a trabajar en lugares con alto riesgo de contaminación de enfermedades mortales, como fue el caso de los médicos cubanos enviados a Kenia a atender pacientes enfermos con el peligrosísimo Ebola, o los enviados a primitivos puestos de salud de lejanas regiones mexicanas durante el pico de la pandemia del Covid.
«Es indignante que la dictadura cubana continúe manipulando y traficando con médicos para enriquecerse”, dijo el senador estadounidense Marco Rubio, (2019): “Debemos enfrentar este esquema de esclavitud moderna por parte del régimen y apoyar a los médicos quienes buscan justicia después de servir en estas llamadas misiones médicas internacionales».
El 17 de noviembre: “La Delegación para las Relaciones con América Central y Cuba del Parlamento Europeo (DCAM), examinó las condiciones de trabajo en esclavitud que acontecen en las misiones medicas cubanas, un negocio multibillonario del capitalismo esclavista del Estado, ejercido por el Gobierno de Cuba con todos sus trabajadores civiles con contratos en el exterior”.
Esta situación ha sido calificada por Naciones Unidas como una esclavitud moderna. (Prisioners Defenders International).