Por: Danilo Arboleda
El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), es un establecimiento público del orden nacional, adscrito al Departamento para la Prosperidad Social (DPS), que tiene como objeto principal reunir y recuperar todo el material documental, testimonios orales y por cualquier otro medio, relativos a las violaciones que trata el artículo 147 de la Ley de Víctimas y restitución de Tierras. La información recogida será puesta a disposición de los interesados, de los investigadores y de los ciudadanos en general, mediante actividades museísticas, pedagógicas y cuantas sean necesarias para proporcionar y enriquecer el conocimiento de la historia política y social de Colombia.
En cuanto sus objetivos estratégicos están: Comprensión social del conflicto armado, esfera pública de la memoria, condiciones para la construcción de la paz, legado testimonial y documental, museo nacional de la memoria, archivo de derechos humanos y memoria histórica; estos son los tecnicismos, ahora vamos a aterrizar estas maravillas a la realidad.
Si bien todo lo escrito anteriormente obedece al funcionamiento de esta importante oficina, vamos de desglosar detalles que no cuadran del todo.
El nuevo director del (DPS) es Gustavo Bolívar, autor de “célebres, delicadas y exquisitas” piezas como: sin ellas no hay paraíso, pandillas guerra y paz, sin tetas no hay paraíso, sin senos no hay paraíso, sin senos si hay paraíso, obras que sin temor a equivocarme tienen el poder de “expandir el virus de la vida por las estrellas del universo”. Aún recuerdo su frase célebre: “malditos policías, cerdos policías”.
Siendo senador de la República, organizó una vaqui para dotar a la primera línea de elementos de protección con el fin de enfrentarse al ESMAD.
Renunció a su curul en el Senado de la República porque según él no le alcanzaba el dinero para cubrir sus necesidades, se lanzó a la alcaldía de Bogotá, en donde iba a ganar la mitad, sin embargo ahora acepta un puesto donde solo ganara 26 millones de pesos, no obstante maneja un presupuesto nada despreciable de 10,7 billones de pesos, ahora bien el CNMH depende del DPS.
Quien dirige el CNMH es María Gaitán Valencia, nada más y nada menos que la nieta de Jorge Eliecer Gaitán, arquitecta de los Andes, cursó estudios de posgrado en la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales en París y es doctoranda en Estudios Urbanos de la Universidad de Lyon 2. Fue secretaria de habitad en la alcaldía de Petro en 2012, y actualmente funge como directora del CNMH desde 2022.
Sus amplios pergaminos le segaron o le sesgaron la memoria histórica con respecto a los miembros de la Fuerza Pública como víctimas del conflicto, el director de la ONG Héroes de Honor denunció lo siguiente: 1. Desde que la señora Gaitán se posesionó como directora (CNMH) se retiró el microciclo dedicado a las víctimas de militares y policías denominado como “NUESTRA MEMORIA TAMBIÉN CUENTA” 2. Una clara apatía por los uniformados de la Fuerza Pública. 3. La señora Gaitán rechazó una pieza documental llamada “CON LOS PIES EN LA TIERRA” que habla de miembros de la Fuerza Pública víctimas de minas antipersonales.
Sumado a esto, otros veteranos de la fuerza pública denunciaron que una iniciativa que adelantaba el CNMH llamado Renacer mientras haya vida hay esperanza quedo paralizado una vez la señora Gaitán llegó como directora, argumentando que los miembros de la Fuerza Pública eran paramilitares porque habían participado en el asesinato de su abuelo.
La memoria histórica debe ser relatada de manera justa, objetiva, equitativa, desapasionada y ecuánime, alejada de sesgos políticos e intereses personales.
Entienda usted, señora María Gaitán, que es empleada pública y su salario lo pagamos todos los colombianos a través de los impuestos, además le queda muy mal a una persona tan preparada, exponer argumentos tan gaseosos en contra de la población de veteranos de la Fuerza Publica. ¡Palabra de espartano!
