Por: José Eliseo Baicué Peña
Hoy la palabra más pronunciada es Messi. Faltando 48 horas para la final del campeonato mundial de fútbol en Qatar, hay una euforia global por saber quién será el ganador. Y todos quieren que sea Messi.
Un mundial que ha dado mucho de qué hablar. No sólo por la sede y los escándalos que se han tejido alrededor de miles de muertes y heridos durante el proceso de construcción de los escenarios deportivos, y la multimillonaria inversión en su organización, sino también, por la salida de grandes selecciones como Brasil, España, Alemania, Países Bajos, Portugal e Inglaterra, entre otros. Algo no tan usual en estas justas mundialistas.
En medio de toda esta alegría y animación, críticas y comentarios en los que el balompié es el centro de atención, emerge un sentir común, casi que de todos los mortales: quieren que Messi gane el mundial.
Inclusive afirman que no quieren que gane Argentina, pero, anhelan que gane solo por Messi. Y no se quedan cortos con los elogios para el que se considera el mejor del mundo en estos momentos.
La gente añora el fútbol bonito, alegre, vistoso y virtuoso. Y Messi es poseedor de todas esas cualidades. Messi marca una gran diferencia y exhibe un fútbol de fantasía que encanta, un fútbol que enardece y que paga la boleta. Messi entrega, con toda naturalidad, lo que mejor sabe hacer: recordar que el fútbol es el mejor espectáculo del mundo.
Las gambetas, fintas, enganches, frenos, carreras, tiros libres, penaltis y goles, ejercidos con inigualable maestría, le confirman, cada vez más, que es el mejor jugador del mundo hoy por hoy. Y corrobora en este mundial que está en un gran nivel que combina acertadamente con el liderazgo que ejerce en todo su equipo.
Más que merecido a un deportista que ha ganado todo y que ha demostrado su grandeza y sensibilidad.
Qatar está atiborrado de hinchas albicelestes que respaldan a un ídolo, a un fenómeno que ha hecho vibrar al planeta entero con sus cabriolas y fulgurantes goles de ensueño.
Este año finaliza con una expectante final de fútbol que consagra a Messi como un crack de cracks y lo convierte en un ícono que todos los niños y jóvenes quieren imitar y seguir. Pues, todos afirman que Messi no es argentino, dicen que Messi es mundial.
