DIARIO DEL HUILA, REFLEXIONES
Por Mons. Libardo Ramírez Gómez*
Solamente a principios de cada mes, estaré compartiendo con benévolos lectores una “cimera reflexión”, con invitación a sacar lecciones para la propia vida, en la cual tengamos invitaciones a lo noble y valioso, y que se cumpla lo ha dicho: “la vida vale el pensamiento que la guía”. Posiblemente habrá comentarios sobre ejemplos del pensar y vivir de destacados personajes humanos, que han tenido limitaciones y hasta fallas, algo inseparable de nuestra naturaleza, cuyo humilde reconocimiento es signo de grandeza, pues no en el orgullo sino en la modestia donde se reflejan las destacadas personalidades, como la del gran sabio, que, ante la inmensidad de cuanto hay por explorar, reconocía: “solo sé que nada sé”.
Dos personajes, con positivos aspectos, me han dado motivo de reflexión en estos días, nuestro Ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo arrebatado de nuestro medio por el destructor virus que azota a la humanidad entera, y la primera Ministra de Alemania, Ángela Merkel, con su exitosa culminación de gran labor de 16 años, al frente de su país, con estilo sencillo, sin ansias de vanidoso renombre sino de acertar en a lo mejor para la comunidad.
Es fácil tronar contra los políticos, por sus frecuentes actuaciones indebidas, pero es deber defender esa tarea, tan indispensable en todas las naciones, que ha de ser honesto y limpio servicio en la dirección de los pueblos, con noble desprendimiento personal y consagración a cultivar lo más benéfico para el bien general. Es preciso arrinconar a ambiciosos y corruptos que desprestigian la necesaria pulcra dirección de los Estados y exaltar el pensamiento y vida de hombres mujeres que llaman, por su recto testimonio y compromiso la atención de los pueblos.
No fueron ambientes fáciles para el vertical actuar de Carlos Holmes ni de Ángela Merkel, pero la rectitud de sus padres, y la diaria y fiel escogencia de cuanto fuera lo mejor según su pensamiento fueron abriéndoles paso a una vida que dejara positivas lecciones en el trabajo político, ya en Colombia, de tan radicales diferencias partidistas y de tan sectarias posiciones y enfrentamientos, dentro de lo cual lo mejor, no era fácil motivo de escogencia. En justo medio sin desbordamientos, supo estar Carlos Holmes. Una Alemania dividida, también, con abismales enfrentamientos políticos y religiosos, fue el estrado en donde creció y luego gobernó Ángela Merkel, llegando a un final, sin demasiados años, dejando positiva ruta trazada, sin apego al poder, con lecciones de un corazón de creyente cristiana como el de ella, consciente de que es Dios el que dirige el destino de los pueblos.
“Un gran ciudadano”, “una gran ciudadana”, quedan en la memoria de sus países y del mundo, en medio del ambiente fragoroso y nada fácil de la política. De destacar la bendecida herencia que tuvo la Merkel en el hogar de su padre, Pastor Presbiteriano, y remanso de bien el hogar de Carlos Holmes, conformado con la huilense Ana Lucía Anaya, consagrados a cuatro hijos. “Prolongación de la existencia”, nuevo testimonio de quien pregona la grandiosa misión de querer, al no ser llamado al servicio religioso, el cultivo de la gran misión de dejar una progenie al servicio de Dios y de la Patria.