Intimidados y cansados se encuentran los habitantes de la urbanización Santa Lucía ubicada en inmediaciones del corregimiento de La Ulloa, jurisdicción del municipio de Rivera, ante los constantes hechos de perturbación a la tranquilidad desde la apertura de un hotel dentro de la zona. Fiestas a alto volumen, disparos al aire, amenazas a los vecinos, apropiación del espacio público, manejo inadecuado de mascotas y hasta maltrato animal hacen parte de las denuncias que llegaron a este periódico.
Según miembros de la comunidad, el hotel es propiedad de Diego Edinson Barrero Mendoza y es operado por su padre, el empresario Reineiro Barrero. El establecimiento, que es publicitado en Instagram, abrió sus puertas en junio de este año y desde ese entonces, dicen sus vecinos, se ha convertido en el “hotel pesadilla”.
Fiestas escandalosas
Vecinos afirman que son recurrentes los espectáculos ruidosos hasta altas horas de la madrugada en el lugar. “Estamos cansados de la mala convivencia con el señor Reineiro Barrero y su hijo Diego Edinson Barrero, quienes hacen rumbas con equipos de alta potencia y luces los fines de semana, hasta el amanecer”, afirmó un propietario de la zona. “Fuera de eso, este señor (Reineiro Barrero) empieza a echar bala tipo 12 o 1 de la mañana, lo cual nos intranquiliza sobremanera”.
Diario del Huila tuvo acceso a un video grabado por otro residente en el que se aprecia el espectáculo de luces y el alto volumen de la música. En el mismo, él sostuvo: este video lo hago como prueba que estamos recopilando los vecinos de la urbanización, para presentar a las autoridades competentes. En reiteradas ocasiones se les ha manifestado todo esto a la Policía de Rivera, quienes vienen en ocasiones sin que haya solución. Sentimos nuestros derechos vulnerados”.
Este medio de comunicación también conoció un audio de WhatsApp que ya se ha hecho viral en redes sociales en el cual el administrador del hotel, el empresario Reineiro Barrero, admite ser el autor de los tiros al aire. En él se le escucha decir, “eso hágale que los tiros son por ahí cada seis meses que yo voy, qué hijue’madre. Es que yo me emborracho y se me corre el champú”.
Los vecinos aseguran que han tratado por todos los medios de dialogar con el propietario Diego Barrero y su padre, llamando la atención sobre el ruido y el impacto que ello genera las viviendas aledañas. “Los vidrios vibran del volumen tan alto y es imposible dormir y pasamos prácticamente toda la noche en vela.”
La esposa de uno de los propietarios aseguró a este periódico que, a pesar de dichos acercamientos, no se ha logrado ningún tipo de consenso. “El señor Barrera simplemente hace oídos sordos a los requerimientos que le hacemos, dice que él está en todo su derecho, y se evidencia que es una persona con poca capacidad de raciocinio, y que no tiene conocimiento del código de policía”.
En las fiestas, asegura la señora, “la bulla es impresionante. Viven entrando mujeres que andan desnudas en la calle, carros bloquean las vías entorpeciendo la movilidad, escándalos, disparos toda la noche hasta la madrugada”.
Derecho de petición
En respuesta a un derecho de petición interpuesto por dos propietarios en agosto de 2021, la secretaría de Planeación de Rivera del entonces argumentó: “según el artículo 79 sobre las normas para la parcelación de predios rurales, el uso principal para los predios localizados dentro de la zona suburbana es para vivienda unifamiliar y bifamiliar de tipo campestre y su uso complementario para actividad agrícola de bajo impacto, recreación pasiva, residencias turísticas, y será compatible con actividad industrial artesanal de bajo impacto, y dentro de sus usos prohibidos todos los que alteren el carácter residencial campestre”.
Maltrato animal y apropiación de espacio público
Según los residentes, con ocasión de la celebración del día de las brujas, se presentó un caso de maltrato animal a una yegua, el cual quedó registrado en video. En el se aprecian varios hombres montando al animal sin ningún tipo de equipo ecuestre y hasta altas horas de la madrugada. El animal murió tras el hecho y el administrador Reineiro Barrero, como evidencia dicho material, utilizó maquinaria amarilla para enterrarlo en el espacio público contiguo a su establecimiento.
“Vimos como al animalito lo montaban de a tres y cuatro personas, lo molestaban, lo halaban, lo golpeaban. Lo siguiente fue que en la mañana el animal murió y lo cubrieron con una manta blanca, y horas después, el señor Barrero y su hijo trajeron una retroexcavadora, abrieron un hueco en el área común al lado de su lote, y lo enterraron ahí mismo”, dijo una vecina de la urbanización.
Según el ministerio de Salud departamental, el enterramiento de cadáveres animales debe hacerse lejos de cursos de agua superficiales como ríos, lagunas, y arroyos, y se deben tener en cuenta las condiciones geológicas del terreno, la ausencia de cañerías de gas, agua, cables eléctricos subterráneos, y el aislamiento, especialmente de áreas habitadas y caminos.
En el área donde se enterró el animal, como prueba el video suministrado, el señor Barrero también ha instalado un galpón de gallinas y ha dispuesto otros animales, evitando de esta manera que los demás propietarios y habitantes puedan hacer uso de ella. “Esa área es de toda la comunidad y él prácticamente la está encerrando con limoncillo y la está haciendo suya”, asegura otro residente en audio de WhatsApp.
Manejo inadecuado de mascotas
Cuentan los vecinos de Santa Lucía que Reineiro Barrero y su hijo tienen dos perros de raza Dóberman, catalogada como “potencialmente peligrosa” por el artículo 126 del Código Nacional de Policía. En video que conoció este diario quedó registrada la amenaza que representan dichos animales en el barrio. “El señor Reineiro Barrera tiene dos perros Dóberman que constantemente están sueltos en el sector, que significan un riesgo para nuestras familias especialmente para nuestros hijos menores de edad”, afirmó un propietario.
En días pasados, un trabajador de uno de los residentes fue atacado por los animales y tuvo que lanzarles piedras para poder protegerse. En conversaciones de WhatsApp se conoció la respuesta de Reineiro Barrero ante el hecho, amenazando a quienes intervengan con sus perros peligrosos.
“Mi empleada doméstica fue perseguida una mañana por los dos perros antes de entrar a nuestra casa. El pánico fue tal que tuvimos que salir en el carro a recogerla para que los animales no se le echaran encima”, aseguró la esposa de uno de los propietarios.
La comunidad relata que niños pequeños que salen a jugar en las áreas comunes del conjunto han estado a punto de caer víctimas de las mascotas, y que han sido constantes los reclamos a los señores Barrero. Los vecinos piden la presencia de la Red de Protección Animal y Ambiental del Huila para que intervengan y no haya un hecho que lamentar.
En este respecto, la Ley 746 de 2002 tiene por objeto “regular la tenencia de ejemplares caninos en las zonas urbanas y rurales del territorio nacional, con el fin de proteger la integridad de las personas, la salubridad pública y el bienestar del propio ejemplar canino”.
En junio de 2018, la Corte Constitucional sentenció que se daba vía libre a límites y condiciones para los dueños de los perros considerados potencialmente peligrosos, y advirtió que los perros denominados peligrosos pueden estar sin ningún tipo de restricción únicamente en sitios privados.
Policía de Rivera, bajo la lupa
Ante la falta de acción por parte de la Policía de Rivera en casi seis meses, los residentes han recopilado material fotográfico de las cámaras de seguridad con el cual arguyen que el comandante de dicha estación hace constantes visitas al establecimiento del señor Reineiro Barrero por largos periodos de tiempo y a cualquier hora del día.
El teniente, según aseguraron los denunciantes, incluso estuvo presente durante unos instantes en la fiesta del pasado día de brujas, y al salir de ella fue increpado por los vecinos quienes le exigieron solución ante el problema. Su respuesta, dicen los vecinos, fue que actualmente existe una restricción de movilidad para la Policía en altas horas de la noche y que por eso no puede desplazarse a atender los llamados en la madrugada.
Diario del Huila investigó y no encontró que dicha restricción o cualquier otra similar haya sido anunciada por el Departamento de Policía Huila – DEUIL.
“Nos sentimos totalmente desprotegidos por la Policía de Rivera y su comandante, que, en vez de venir a hacer los operativos correspondientes, se la pasa es tomando tinto donde el señor Barrero. Aquí viven ancianos, bebés, niños pequeños. Se acercan las fiestas de navidad y tememos por nuestras vidas. No queremos morir en medio de las celebraciones por una bala perdida y que haya una tragedia”, concluyó uno de los vecinos.
Los vecinos adelantan una querella ante la Policía Metropolitana de Neiva para que se aumenten los operativos correspondientes para el sellamiento total del hotel, mientras no cumpla con las disposiciones de uso del suelo establecidas por la Secretaría de Planeación de Rivera en su respuesta al derecho de petición de agosto de 2021. Todo el material recopilado ya ha sido enviado a las autoridades correspondientes, y se adelantarán las respectivas pesquisas.