Lejos de disminuir la población de venezolanos que decide establecerse en el Huila, bien sea como refugio temporal o de manera permanente ha aumentado con respecto a las cifras del año anterior. En la actualidad de acuerdo con el censo que se tiene 12.662 venezolanos buscan oportunidades en distintos municipios del Huila.
Contrario a lo que se creía, que con el cambio de gobierno en Colombia se iba a disminuir el número de migrantes venezolanos, estos siguen llegando a territorio colombiano en busca de oportunidades laborales y mejores condiciones de vida.
El Huila es uno de los departamentos que recepciona población venezolana que al igual que en el país ha ido en aumento, siendo las poblaciones con mayor número de venezolanos, Neiva, la capital, Pitalito, Garzón, la Plata y todos los municipios en donde se produce café en especial en la zona sur del departamento.
Estas personas llegan a esta región en la búsqueda de mejores oportunidades de vida y se ocupan en trabajos informales y la recolección de café.
En la actualidad en el departamento del Huila se tiene un censo poblacional no oficial de 12.672 nacionales de este país, que buscan mejores oportunidades de vida en territorio huilense. El año 2022 la población registrada era de 12.591 venezolanos.
Alexis Cedeño, presidente de la Asociación de Venezolanos en la Cordillera Central que atiende a esta población en el departamento, en dialogo con Diario del Huila, indicó que el mayor porcentaje de estos se ocupan en labores de recolección de café y trabajos de ventas ambulantes, trabajos no formales.
Un hecho para destacar es que, con la reapertura de la frontera, lejos de retornar a su país, por el contrario, son muchos los venezolanos que siguen saliendo ahora de manera legal por territorio colombiano, a través de las zonas de frontera. En el caso del Huila, de acuerdo a Cedeño, solo han acompañado a una familia que decidió retornar a Venezuela con el argumento que se habían quedado sin recursos económicos y manera de subsistir en territorio huilense.
Cifras de venezolanos en el Huila
De un censo de 8.000 venezolanos que habían llegado al Huila en 2020, la cifra aumentó a 12.591 en 2022 y en lo que va corrido de 2023 alcanza a ser de 12.672 venezolanos registrados como residentes en los distintos municipios del Huila,
Igualmente, el mapa elaborado por Migración Colombia, en Neiva se concentran la mayor cantidad de venezolanos que han llegado al Huila con una cifra de 5.755, le sigue Pitalito con un registro de 2.977, Garzón con 530, La Plata en donde se tiene una cifra de 304 y luego están todos los municipios que tienen producción cafetera y agrícola, como Acebedo, Guadalupe, Gigante, Campoalegre, Algeciras, entre otros.
El mismo, muestra que en cada municipio del Huila se encuentran venezolanos en busca de oportunidades de vida. Los de menor cantidad de población registrada son; Baraya y Villavieja con 15, seguidos de Elías con 7 y Nátaga con 2 venezolanos en sus territorios.
Para el presidente de la Asociación de Venezolanos en la Cordillera Central, Alexis Cedeño, la población se mueve teniendo en cuenta la dinámica de la economía en los sectores agrícolas como en tiempos de recolección de cosechas, en especial de café
La situación actual de los venezolanos
Esta Casa Editorial, aprovechó el contacto que tiene Alexis Cedeño con las otras asociaciones de migrantes e incluso el apoyo de organizaciones internacionales, para preguntar sobre si en el contexto nacional a raíz de la reapertura de la frontera los venezolanos han decidido retornar a su país.
“Acá en Colombia, con la llegada del actual gobierno se han creado muchos rumores y falsas alarmas en torno a que la población está retornando hacia su país debido a las políticas del presidente Petro. Por el contrario tal y como lo muestran las estadísticas que nos llegan a diario, sigue aumentando la población y dentro de estas estadísticas se encuentra el departamento del Huila”, manifestó.
Cedeño hizo referencia a la legalización, la base de datos que manejan muestra que ya hay población que logró regularizar su estatus migratorio a través de un mecanismo establecido por el gobierno anterior para protección de sus derechos.
Son muchos los que no alcanzaron a llenar los requisitos por lo que se puede decir que están irregulares, por lo que no pueden acceder a servicios fundamentales como salud, educación y otros.
Ahora se encuentran a la espera de que el gobierno actual establezca políticas de regularización migratoria, para que toda esa población pueda regularizar su estatus en Colombia.
Campo laboral
El campo laboral es proporcional a la situación migratoria en la que se encuentren, “hay personas que tienen sus papeles al día y son los que están laborando, los están empleado de manera formal como lo manda la ley y otros laboran de manera informal en los cultivos de café, como vendedores ambulantes, es lo que se ve en la actualidad”, agregó.
En cifras de la población censada un 30% se encuentra trabajando de manera formal, con contratos y todas las prestaciones de ley, otro 50% se emplea en la informalidad y los restantes están en la búsqueda de regularizar su situación y a la par poder conseguir emplearse.
Por eso desde la asociación de venezolanos de la cordillera central trabajan en defensa de los derechos humanos y los orientan sobre cuales son las rutas que deben seguir en materia de salud, educación y en el campo laboral, manifestó.
Nosotros los enrutamos y en eso trabajamos con Solidarity Center en la defensa de los derechos laborales de los migrantes.
Los profesionales que han encontrado puestos de trabajo son los ingenieros, educadores, médicos y enfermeros, son los que han conseguido una formalización laboral en el departamento y en sus profesiones.
Casos de xenofobia en la salud y en lo laboral
Por ejemplo, en lo que se relaciona con servicios de salud, la población más afectada son las mujeres en estado de gestación, quienes ingresan a los centros de salud a dar a luz, y son muchas veces retenidas porque no cuentan con los recursos para poder saldar la deuda del servicio que se le ha prestado.
Y en el campo laboral, pues muchos de ellos se enfrentan a situaciones dentro del proceso de selección, donde lo primero que se les señala, es que, para obtener el trabajo, no pueden decir que son “nacionales venezolanos”.
“Cuando asisten a las bolsas de empleo y aunque tengan un buen perfil laboral, su hoja de vida sea la mejor para aplicar al empleo, lo primero que les indican las propias psicólogas que los quieren ayudar es que no vayan a decir que son migrantes, pero muchas veces los delata el acento”, comentó.
Ante este panorama, de acuerdo con el representante de la Asociación en este departamento no existe una ruta oficial establecida para la atención de esta población en diferentes dimensiones.
Para ello trabajan en la búsqueda de ese apoyo social, económico y laboral con el propósito de brindar mejores garantías a una población que por circunstancia socio políticas debieron dejar su país de origen.
Colombia un país atractivo como lugar de paso
Alexis Cedeño, con base en la experiencia recepcionando migrantes, relata que estuvieron el año pasado en Necloquí, y Acandí en Antioquia y el Chocó, en el Urabá en donde fueron testigos de la situación que enfrentaron migrantes de varios países de Suramérica, como Brasil, Venezuela, Colombia y Ecuador que se quedaron varados a raíz del cierre migratorio que ordenó Estados Unidos.
“Vivimos la experiencia de todas esas personas que se quedaron en medio de la nada por ir en busca del sueño americano, comprobando con esto que Colombia es un país llamativo para los migrantes en su paso hacia el norte del Continente, siempre con la meta de ingresar a los Estados Unidos”, dijo.
Además, Colombia es atractiva como punto de salida para otros destinos como Centro América o Europa, por eso la presencia de migrantes es permanente en el territorio colombiano.
La experiencia propia
El presidente de la Asociación de Venezolanos en la Cordillera Central, Alexis Cedeño llegó a Colombia en el año 2016, primero al departamento del Caquetá en compañía de su hermana mayor que actualmente reside allá. “Hice el proceso como todos los que han llegado acá, primero fui vendedor informal en la calle, atendiendo en restaurantes y luego de varios años logré traerme mis padres y establecerme en el departamento del Huila”, sumó.
Este venezolano que vela por la situación de sus connacionales dice que no ha tenido inconvenientes en lo laboral como quiera que sea una persona echada para adelante, y cree que Colombia le abrió sus puertas, se siente muy bien, ya tiene a toda su familia, está de manera legal y el año pasado refrendó su bachillerato, recibió su título y ahora se prepara para las pruebas Icfes y así poder estudiar otra carrera profesional. Actualmente es enfermero de profesión.
El comienzo de la pandemia que mostró los caminantes en diferentes regiones, lo motivó a crear una asociación que ayudara a sus connacionales para que pudieran enrutarse de una manera mejor manera con apoyo social y psicológico.
Lo primero que le preguntan a un migrante que pretenda legalizarse es qué documento tiene, se le hace una caracterización para conocer de donde viene y “si cumple con los requisitos para legalizarse en Colombia lo enrutamos y le ayudamos a hacer los trámites ante migración Colombia”.
Una solución que les plantean cuando no cumplen con los requisitos para regularizar su situación, le aconsejan que soliciten ser tenidos en cuenta en condición de refugiados ante la Cancillería colombiana. Sobre esta condición son altas las cifras, por lo que en principio les dan un salvoconducto que tienen que renovar cada determinado tiempo.
Como un hecho para tener en cuenta dentro de las razones que siguen obligando a los venezolanos a desplazarse y venirse para Colombia es la falta de insumos para la atención en salud, no hay medicamentos y menos los elementos básicos para la atención primaria en salud, y que no decir, de una cirugía o enfermedades crónicas de base, contó Alexis.
Finalmente destacó los casos de solidaridad de los huilenses que le han dado la oportunidad a venezolanos que empezaron con sus negocios de venta de comida en la informalidad y ahora son dueños y administradores de sus propios restaurantes en casos que se pueden mencionar como en Neiva y Garzón en el comercio formal.
Como mensaje a todos los migrantes en especial a los venezolanos dice que ante todo hacer siempre las cosas bien, porque como dice la frase; “Los buenos somos más, que seamos la voz de esa Venezuela bonita y positiva”.