Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa
Las relaciones diplomáticas entre nuestro gobierno y el gobierno argentino, han venido deteriorándose fuertemente debido a las expresiones pasadas de tono del primer mandatario del país del sur.
Recordemos que el presidente Javier Milei comenzó a emitir expresiones poco amables en contra de su homólogo colombiano Gustavo Petro, a comienzos del presente año, en una corta entrevista hecha para el canal NTN24, a través del cual se refirió del presidente Petro como una “plaga letal para los colombianos” y afirmó que está “hundiendo al país”, una expresión que ya había utilizado en otro medio de comunicación, en la que además le llamó “comunista asesino”, locución sumamente pasada de tono, de la que seguramente esperaba una respuesta por parte del gobierno colombiano.
Inicialmente el primer ejecutivo de nuestro país quiso esquivar estas diatribas grotescas, impropias de una persona de ese nivel, no obstante, a pesar de la prudencia del mandatario colombiano y el manejo calmado y sereno de la situación, Javier Milei hizo una nueva embestida, esta vez a través de CNN en español.
Las declaraciones de Milei en esta última entrevista generaron profunda molestia en el gobierno colombiano, razón por la cual el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, expresó a través de un comunicado su “contundente rechazo”: “Colombia rechaza estas irrespetuosas declaraciones, que se presentan de manera reiterativa, las cuales deterioran los lazos históricos de amistad entre las dos naciones y representan una ofensa para la dignidad del presidente de la República de Colombia elegido democráticamente”, indica el escrito.
Recordemos, y así se cita en la página web de la Cancillería de Colombia, que, “la relación bilateral entre Colombia y Argentina, se basa en lazos históricos de entendimiento, respeto y cooperación al servicio de los intercambios comerciales, académicos, culturales y científicos para el bienestar y desarrollo de ambas poblaciones”.
Ante la posición verbalmente pendenciera del gobernante argentino, esta alianza y cooperación entre naciones quedan en vilo, y por la molestia públicamente dada a conocer por parte del huésped del Palacio de Nariño, por esa posición frenética de Milei, muchos elementos se ven afectados, no solamente las relaciones diplomáticas, sino otros como los acuerdos comerciales. No podemos olvidar que Colombia importa soya para la elaboración de alimento para la producción de aves de corral, de peces y de cerdos; y Argentina es el segundo país del cual más se importa soya y sus derivados, con cerca de 400 mil toneladas (17% de la cifra total), siendo superado únicamente por Estados Unidos, que exporta más de 1,5 millones de toneladas (69%).
Pero además hay un gran intercambio de productos, que son necesarios para ambas naciones y que tienen importante incidencia en el aparato productivo de cada una de estas.
Lo cierto es que el gobierno colombiano, ofendido, reaccionó por las vías diplomáticas y expulsó a los representantes de Argentina en nuestro suelo patrio, y mientras Javier Milei, que tiene como mote “el loco”, continúe con sus ofensas, la posición de Colombia se mantendrá firme.
