Por: Santiago Suárez Florez
El gobierno de Petro comienza a alinearse para afrontar lo que será el primer gobierno de izquierda de Colombia. Varias adhesiones al gabinete ministerial de Gustavo Petro han sido el centro de atención en los últimos días. Los mas recientes nombramientos de ministros como por ejemplo la ministra de ambiente, está dejando muchos temas en el aire que podrían dar indicios de lo que podría pasar con el sector minero-energético.
La ministra en una entrevista aseguró que se pararán inmediatamente la extracción de gas y de petróleo por medio del fracking porque argumenta que, “esta práctica no es una alternativa para un complejo como lo son los ecosistemas colombianos”, aún sin ni siquiera tener los resultados finales de los pilotos de fracking. La pregunta que sería interesante evaluar es que si ¿no es mejor esperar a los resultados serios y compactos de estos pilotos y que la ciencia y la ingeniería nos digan de una vez por todas si en Colombia esta tecnología realmente representa un riesgo para la biodiversidad?.
Se podría entender que habrá complicaciones también en proyectos convencionales de petróleo, de gas y de gran minería enfrentarán unas entidades ambientales duras en sus decisiones, una comunidad empoderada incrementando sus exigencias de manera desmesurada, por lo que conllevaría a un claro des-escalamiento de inversión en esta industria. La otra pregunta relevante es que si las entidades ambientales actuarán con la misma rigurosidad a proyectos solares y eólicos. Recordando también que para construir parques solares toca talar árboles, se dejaría de utilizar tierra para cultivar alimentos y se estaría afectando de igual manera el trabajo y la subsistencia del campesino de la zona por al menos 25 años. Tampoco se habla de cómo va a ser utilizado el desecho de los paneles solares, inversores y demás elementos utilizados en la construcción. Hay que tener claridad que los componentes y materiales de los paneles solares son corrosivos, se tendrá que hacer una hoja de ruta para desecharlos correctamente, medir los potenciales daños y no afectar al medio ambiente. Tiene que haber una transición energética sin lugar a dudas, eso si responsablemente.
Se debe de tener claro qué irá a pasar con los permisos ambientales que están en tramite o que ya fueron otorgados para proyectos mineros a gran escala. Esperaría uno que se respeten esos permisos demostrando que en Colombia la seguridad jurídica si existe. Si no sería un mensaje claro para ahuyentar la inversión extranjera, no solo en el sector minero-energético, si no en todo el país ante la ausencia de garantías.