En los coloridos desfiles y presentaciones folclóricas de las tradicionales fiestas de San Juan y San Pedro, no pueden faltar las representación de los mitos y leyendas más emblemáticos de la región.
Estas historias maravillosas, llenas de elementos fantásticos, son infaltables en las festividades y cautivan a propios y visitantes. Estos mitos y leyendas se hacen presente en toda Colombia y se cuentan de forma diferente dependiendo de la región.
Una de las figuras más destacadas es el Huila es Mohán, según las narraciones que han pasado de generación en generación, tiene una figura humana con la cara quemada por el sol, ojos penetrantes y picarescos, se destaca como un gran perseguidor de mujeres. Su versión más traviesa y enamoradiza es conocida como el Poira, capaz de robar la tranquilidad de las jóvenes y atraerlas con artificios encantadores.
Incluso en Neiva existe una gran escultura de 20 metros construido en fibra de vidrio, materiales sintéticos y mármol molido, sobre una estructura de hierro. Está ubicado en Carrera 11 con Avenida Circunvalar «Malecón Rio Magdalena».
También esta Madre monte, una mujer de gran belleza cubierta de musgo y cabellos largos y verdes. Se le atribuye el papel de protectora de la naturaleza y castiga a aquellos que la dañan. Su presencia resuena a lo largo del recorrido del río Magdalena, abrazando la tradición huilense.
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La Mama de agua, encargada de cuidar los manantiales, y los duendes, que seducen a los niños y niñas para llevarlos a las profundidades, también forman parte de las representaciones que llenan de misticismo las festividades.
El tunjo de oro, representado por un niñito lloroso que circula por las calles de los pueblos y se convierte en un niño dorado al ser tocado, es otro personaje mítico que engalana las festividades.
No se puede dejar de mencionar a la Patasola, una criatura terrorífica que se presenta como una mujer de gran belleza, pero con una sola pierna. Se le atribuye la capacidad de transformarse y seducir a los hombres para luego devorarlos.
Estas representaciones de mitos y leyendas, transmitidas oralmente de generación en generación, enriquecen el folclore del Huila y Colombia y preservan la cultura y tradiciones ancestrales de la región. En las fiestas de San Pedro, estas figuras cobran vida y transportan a los espectadores a un mundo lleno de misterio y fantasía.