Carlos Yepes A.
El crecimiento urbano de Neiva ha traído consigo una evidente amenaza: la inminente crisis de abastecimiento de agua debido al agotamiento de nuestras fuentes hídricas. La ciudad se ha apoyado históricamente en el río Las Ceibas para satisfacer sus necesidades de agua potable, pero la creciente presión demográfica, junto con la falta de un plan alternativo de abastecimiento, pone en riesgo la sostenibilidad de nuestro acueducto. Si no se toman medidas urgentes, los habitantes de Neiva podríamos enfrentar un futuro de escasez de agua, con graves implicaciones para nuestra calidad de vida y el desarrollo económico de la región.Las cifras de crecimiento demográfico en Neiva reflejan una tendencia de aumento constante de la población en los últimos años. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Neiva ha experimentado un crecimiento impulsado por la urbanización y el desarrollo económico regional. En las últimas dos décadas, la ciudad ha presentado una tasa de crecimiento anual que oscila entre el 1.5% y el 2%. Según las proyecciones del DANE y estudios locales, la capital del Huila podría superar los 500,000 habitantes para el año 2030, lo que implica la necesidad de fortalecer la infraestructura y los servicios básicos para atender la demanda creciente.Actualmente, el río Las Ceibas es la fuente principal del acueducto local, pero este recurso está bajo una presión insostenible. A medida que la población aumenta, la infraestructura del acueducto se ve forzada a trabajar al máximo de su capacidad, y los recursos disponibles se ven cada vez más limitados. Esta situación es particularmente crítica durante la temporada seca, cuando los niveles de agua del río bajan significativamente. Las Ceibas ha sido la columna vertebral del sistema de agua potable de Neiva. Sin embargo, esta dependencia de una sola fuente representa un riesgo significativo. Con el cambio climático y los patrones de sequía cada vez más frecuentes, la capacidad del río para satisfacer la demanda de agua de la ciudad está en constante declive, además, el río no solo debe abastecer el consumo humano, sino también las actividades agrícolas e industriales de la región, lo que agrava aún más la situación. ¿Cuánto tiempo puede el río soportar esta demanda sin comprometerse de forma irreversible?La falta de un plan alternativo de abastecimiento a mediano plazo pone en riesgo la sostenibilidad de Neiva. ¿Qué sucedería si el río Las Ceibas se secara o se volviera insuficiente? Las consecuencias serían catastróficas: en primer lugar, la ciudad se vería abocada a un racionamiento de agua, lo cual afectaría nuestra calidad de vida y la operatividad de todas las actividades económicas. También impactaría la salud pública, dado que la escasez de agua podría dar lugar a brotes de enfermedades y condiciones insalubres, aumentando la vulnerabilidad de la población. La dinámica económica de empresas y comercios que dependen del agua para sus actividades se vería gravemente afectada, lo que podría frenar el crecimiento económico de la ciudad. Esta, además, entraría en un proceso de degradación ambiental, dado que la sobre explotación del río Las Ceibas tendría efectos devastadores en los ecosistemas locales, afectando la biodiversidad y la estabilidad ecológica de la región.Para enfrentar este problema, es fundamental que el gobierno local trace una ruta cuanto antes para implementar un plan de acción integral que contemple la sostenibilidad de nuestros recursos hídricos. Las siguientes cuatro estrategias podrían conformar el inicio de un “Modelo de Abastecimiento Hídrico para Neiva”:Primero, trabajar en la diversificación de fuentes de abastecimiento, ya que la dependencia de una sola fuente hídrica no es sostenible. Para esto, se pueden considerar dos alternativas: la captación de agua subterránea, realizando estudios de viabilidad para la extracción de manera controlada, con el fin de reducir la carga sobre el río Las Ceibas, y un programa orientado al reciclaje de agua, promoviendo la reutilización en sectores industriales y residenciales. En segundo lugar, se debe diseñar y aplicar de manera eficiente los planes de reforestación y conservación de cuencas, en los cuales ya ha avanzado la CAM y que son cruciales para asegurar un flujo constante de agua. Las iniciativas de reforestación en las zonas altas del río Las Ceibas ayudan a preservar la captación de agua y a reducir la erosión del suelo. Además, se deben implementar más programas de conservación que limiten las actividades humanas perjudiciales en áreas cercanas al río.Tercero, y sin lugar a dudas el más relevante, se debe fomentar un modelo de educación y concientización ciudadana. Es necesario que los neivanos comprendamos la importancia de conservar el agua y utilizarla de manera responsable. Las campañas de concientización pueden ser herramientas efectivas para enseñar a los habitantes de Neiva sobre prácticas de ahorro de agua y la importancia de proteger nuestros recursos naturales. Finalmente, se debe fortalecer la infraestructura: es fundamental que el acueducto de Neiva cuente con infraestructura moderna y eficiente que minimice las pérdidas de agua durante el proceso de distribución, invertir en sistemas de detección de fugas y mantenimiento preventivo garantizará una red de suministro más sólida y eficiente.Resaltamos que la crisis hídrica que seguramente enfrentará Neiva requiere de atención urgente. Nuestra dependencia del río Las Ceibas, sumada al crecimiento demográfico y a la falta de estrategias alternativas de abastecimiento, nos recuerda que estamos en una situación vulnerable. Se debe actuar con rapidez y decisión, implementando soluciones sostenibles que protejan nuestros recursos hídricos y garanticen el suministro de agua para las futuras generaciones. La responsabilidad recae en todos nosotros, desde los ciudadanos hasta los responsables de la toma de decisiones. Por eso, los invito a que construyamos alrededor de este tema crucial del agua “Un Acuerdo Para Vivir Mejor”.cyepes@hotmail.com
