En El Huila, la mitaca, la cosecha de café del segundo semestre del año, prevé buenos precios debido a la sequía en países productores. Esto beneficia a nuestros caficultores, ya que la escasez de producción en otros países genera una demanda mayor y, por lo tanto, precios más altos. Sin embargo, debemos ser conscientes de que esta situación puede cambiar en cualquier momento.
La sequía en Brasil, por ejemplo, ha disminuido significativamente su producción de café, lo que nos da ventaja como productores de café arábica. Esto es beneficioso para nuestros productores, ya que pueden vender su café a precios más altos. Sin embargo, también debemos considerar que la sequía puede afectar nuestra propia producción en el futuro inmediato (2025). En efecto, la sequía no solo afecta la producción de café, sino que también puede tener impactos negativos en la calidad del grano.
Como pequeño caficultor, me preocupa la exposición a las variaciones climáticas que estamos teniendo y la dependencia de los fertilizantes químicos, que a mi consideración es el cáncer de la caficultura. La Federación Nacional de Cafeteros debería abordar la producción de abonos orgánicos para asegurar la sostenibilidad del sector, esto por los beneficios que traen para nuestros cultivos. Es importante invertir en investigaciones y tecnologías que nos permitan enfrentar los desafíos climáticos y mejorar la calidad de nuestro café. Además, es fundamental que los productores estén conscientes de la importancia de la diversificación de su producción. Esto puede incluir la plantación de otros cultivos dentro de nuestros cafetales, como cultivos transitorios, plátano, aguacate, frutas y verduras, ampliando nuestros distanciamientos de siembra, que puedan complementar la producción de café y reducir la dependencia de un solo cultivo.
El incremento del precio del café no obedece en gran medida a la calidad de nuestro café, sino a procesos externos, como ya lo mencionábamos, a la sequía e inclusive geopolíticos. Esto preocupa, ya que el clima o los conflictos no siempre va afectar la producción en otros países y necesitamos de tomar medidas inmediatas.
Quiero recalcar que la institucionalidad debe investigar soluciones para enfrentar variaciones climáticas y el uso de fertilizantes químicos. En momentos de buenos precios, debemos plantear soluciones técnicas para asegurar la sostenibilidad del sector cafetero. Esto incluye invertir en tecnologías de riego, manejo de suelos y control de plagas.También es fundamental que se implementen políticas públicas que apoyen a los pequeños productores de café. Esto puede incluir programas de crédito, capacitación y asistencia técnica que les permitan mejorar su producción y calidad.
El momento dulce puede ser efímero. Debemos trabajar para asegurar la competitividad y sostenibilidad del sector, sin depender de la desgracia de otros productores. Es hora de invertir en nuestro futuro y asegurar que el café siga siendo una fuente de ingresos para nuestros productores.
En conclusión, la mitaca se prevé con buenos precios, pero debemos ser conscientes de los desafíos que enfrentamos. Es hora de trabajar juntos, como se hacía en otrora (Comités Departamental y Municipal de Cafeteros y productores) para asegurar la sostenibilidad del sector cafetero y proteger el futuro de nuestras familias.
