Columna de opinión
Diario del Huila
Edna Yolima Calderón Ome
En el tejido de la sociedad colombiana, las mujeres rurales desempeñan un papel fundamental que a menudo pasa desapercibido. Su contribución no solo es incalculable, sino que es esencial para combatir la pobreza extrema, el hambre y la desnutrición.
En nuestro país, la población rural asciende a los 11.969.822 de personas, según el DANE, de las cuales un 48.13% son mujeres. A simple vista, esto podría parecer una paridad de género. Sin embargo, esta cifra no cuenta la historia completa. Las mujeres rurales enfrentan dificultades significativas en su acceso a la educación, el empleo y luchan contra la discriminación y la violencia de género.
Más de 5.7 millones de mujeres rurales colombianas, realizan labores importantes en sus comunidades. Son las guardianas, formadoras en sus hogares y las protagonistas en la producción agropecuaria. Su resiliencia es un pilar en la construcción de la vida en las zonas rurales. No obstante, muchas de ellas son víctimas de la violencia, el desplazamiento entre otros aspectos.
En el Huila un sector definitivo es la producción de café. Las cifras del Sistema de Información Cafetera (SICA) proporcionan un vistazo al destacado papel que desempeñan las mujeres rurales en esta industria. De los 85.200 caficultores en Huila, el 31% son mujeres, lo que representa 26.291 productoras. Estas mujeres cultivan café en 29.418 predios, abarcando 37.503 hectáreas, una cifra en constante crecimiento.
Estas cifras enfatizan el creciente liderazgo de las mujeres rurales en la producción de café y su contribución al desarrollo económico regional. Sin embargo, persisten desafíos en términos de igualdad de género y acceso equitativo a recursos como tierra, créditos y servicios esenciales, como educación y atención médica.
El Día Internacional de la Mujer Rural es una ocasión propicia para recordar la importancia de estas mujeres en el desarrollo sostenible y para abogar por la eliminación de las barreras que limitan su acceso a recursos y oportunidades equitativas. La igualdad de género en las áreas rurales es esencial para construir un mundo más justo y próspero.
Reconociendo el impacto positivo que las mujeres rurales tienen en Colombia, desde la Federación Nacional de Cafeteros, seguimos trabajando para superar las desigualdades de género, promover el empoderamiento femenino y garantizar que tengan las mismas oportunidades que los hombres. Solo entonces podremos aprovechar plenamente su inestimable contribución al desarrollo del país y la región.