En la mañana del domingo 14 de julio, se reportó un trágico hecho en el municipio de Policarpa, Nariño, donde un ataque con tatucos, perpetrado por las disidencias de las Farc, resultó en la muerte de dos militares.
Las Fuerzas Militares condenaron enérgicamente este acto, calificándolo como un «cobarde ataque» contra una unidad militar en una zona rural del municipio.
En un comunicado oficial, las Fuerzas Militares expresaron su solidaridad y condolencias a las familias de los soldados caídos, Clever Manchabajoy Pasichana y Jhon Freddy Fernández Ospina, quienes tenían más de 10 años de servicio en la institución. «Elevamos oraciones por el descanso eterno de nuestros soldados», añadieron, destacando el sacrificio de estos militares por la seguridad de la población en esta región del país.
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Actualmente, las Fuerzas Militares han desplegado todas sus capacidades para localizar a los responsables de este ataque. Se han implementado maniobras ofensivas y apoyos aéreos en la zona para repeler cualquier acción enemiga y asegurar la extracción del personal.
Este lamentable evento ocurre en un contexto de confrontación constante. El día anterior, como resultado de las ofensivas permanentes de la Vigésima Novena Brigada y en respuesta a las recientes acciones delictivas del grupo armado organizado residual Jaime Martínez, las tropas de esta unidad militar lograron neutralizar a tres de sus integrantes en combates registrados en la zona rural del corregimiento de Ortega, en el municipio de Cajibío, en el centro del departamento del Cauca.
La situación en estas regiones sigue siendo tensa, y las Fuerzas Militares continúan con su labor de asegurar la paz y proteger a la población civil de las amenazas de los grupos armados.
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