En una zona rural del municipio de La Unión, Antioquia, una familia dedicada a la ganadería se encontró con una sorpresa inesperada durante el primer parto de su vaca Antonella.
Mientras estaban presentes en el parto para asegurarse de que todo iba bien, el veterinario les dijo algo que no esperaban escuchar: «vienen dos terneros».
Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que no eran dos terneros, sino uno con dos cabezas. A pesar de los esfuerzos de la familia y del veterinario, el ternero no sobrevivió y tuvo que ser retirado con otros métodos.
La familia estaba atónita y buscó una explicación para lo que acababa de suceder. Según el veterinario, esto podría haber sido causado por la relación de la vaca con un toro que era su hermano.
La familia se encuentra ahora bajo observación y sigue preocupada por la salud de su vaca. Aunque están tristes por la pérdida del ternero, están agradecidos de haber estado presentes durante el parto y de haber hecho todo lo posible para ayudar.
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El nacimiento de un ternero con dos cabezas se conoce como «bicefalia» y es una condición rara que ocurre debido a una malformación durante el desarrollo fetal. Esta malformación ocurre cuando dos embriones separados no se separan completamente y, en lugar de formar dos fetos individuales, se fusionan para formar uno solo con dos cabezas.
La bicefalia también puede ser el resultado de la fusión de dos células embrionarias durante la división celular temprana en el desarrollo fetal. Este proceso también puede resultar en la formación de un ternero con dos cabezas.
Aunque los terneros bicefálicos pueden sobrevivir al nacimiento, su esperanza de vida es limitada debido a las complicaciones médicas que surgen de tener dos cabezas y un solo cuerpo. Por lo general, estos animales presentan problemas de coordinación y dificultades para alimentarse, lo que hace que su supervivencia sea muy difícil.
