Para el departamento es saludable que se celebre en el ámbito académico el 136° aniversario del natalicio del más grande escritor que haya tenido el Huila, José Eustasio Rivera Salas. Con diversos actos culturales, las instituciones educativas, el Banco de la República, la Academia Huilense de Historia y otras entidades han venido destacando su trayectoria cultural desde el día anterior, que enaltece los valores literarios de la región surcolombiana. Este ilustre literato nació en el municipio de Rivera (antes San Mateo) el 19 de febrero de 1.88, en el seno de una familia modesta, de escaso poder económico y dedicada a distintas labores relacionadas con el campo, en un hogar conformado por Eustasio Rivera y Catalina Salas, matrimonio del que nacieron once hijos. Sus tíos Pedro Rivera, Napoleón Rivera y Toribio Rivera, fueron Generales de la República. Falleció en la ciudad de Nueva York el 1 de diciembre de 1.928. Se destacó por su obra poética, pero sobresalió por su novela inmortal La Vorágine, la cual es considerada un clásico de la literatura hispanoamericana, la cual fue publicada en 1924. Este libro, narra de manera descarnada, la verdadera problemática de los caucheros en la selva, donde la vida del hombre pierde sentido y deja todo al azar del destino.
Estudió en el Colegio Nacional Santa Librada de Neiva y en el San Luis Gonzaga del municipio de Elías. Posteriormente se trasladó a la capital de la República, donde se graduó como normalista en una Escuela de Bogotá. Sus estudios superiores, los realizó en la Universidad Nacional, donde cursó la carrera de Derecho y Ciencias Políticas. Todos los colombianos, durante su formación académica en la adolescencia, tuvimos dentro de una formación en literatura, la lectura obligada de la Vorágine, Tierra de promisión (libro de sonetos), poemas como: Gloria, Tocando diana, en el ara, Dúo de flautas, Triste, Aurora boreal, y la Diva la virgen muerta, que lo catapultaron en el cenit de los mejores escritores de la literatura, desde inicios del siglo pasado.
La totalidad de su obra, abrazó el sentido trágico de la vida. Vivió obsesionado por la terrible limitación de la grandeza de la vida: la mortalidad y la intrascendencia de la condición humana: El hombre a pesar de la libertad de su pensamiento, debía rendirse ante la finitud de su tiempo, sin que el otro tiempo le permita ninguna absolución. Todas estas publicaciones se encuentran en las bibliotecas nacionales y del mundo. Igualmente, mediante la utilización de las Tics, están presentes publicadas por este majestuoso exponente de la literatura colombiana, que se han convertido en la lectura obligada de sus obras, donde se descubren el descubrimiento en sus libros de literatura y de poesía, de un mundo particular y complejo.