Por: Mario Solano
La victoria de Trump, no es ni el fatalismo de unos, ni la gloria de otros. Representa el regreso del nacionalismo, sobre los globalistas, es el péndulo de la política que siempre regresa y ahora de vuelta en la forma que los gobiernos abordan la economía, los subsidios, y el concepto de soberanía nacional; los nacionalistas enfocan, priorizan, el crecimiento económico a través del fortalecimiento del sector empresarial, buscando reducir la carga fiscal a las empresas, para incentivar la creación de empleo y fomentar la inversión interna. Lo que ya es retrogrado es crecer el estado o tener la mayoría de empresas estatales (socialismo). Para los nacionalistas, la prosperidad debe construirse desde el sector privado, donde las empresas fuertes y competitivas generan empleo y bienestar económico; en contraste con políticas de los globalistas que se concentran en dependencia de los subsidios gubernamentales creando una población dependiente, lo que tiene efectos negativos en el crecimiento económico. Desde esta perspectiva, los subsidios, aunque necesarios en ciertos contextos, contribuyen a la inflación y no al aumento en la producción. En Colombia, ya el director de Prosperidad Social ha comenzado a proponer una reducción en los subsidios (siendo globalista). Las políticas de globalización impulsadas por organismos multilaterales, promueven la cooperación internacional y la integración económica, llevan décadas y ahora surge desconfianza hacia esas politicas supranacionales, que no han solucionado problemas como, las guerras que se viven en estos momentos, ni el hambre, ni la economía, imponiendo normas y políticas que no siempre benefician a todas las naciones de igual manera. Los gobiernos deben anteponer los intereses de su propio pueblo, antes que los de la comunidad internacional. El nacionalismo plantea que los países deben asumir el control de su destino y no depender de decisiones tomadas en foros internacionales. Los últimos 40 años han estado dominados por una corriente globalizadora que promovió el libre comercio (OMC), la movilidad de capital y la interdependencia económica(BM). Sin embargo, al igual que el cambio climático, los cambios en la política son inevitables, esto no significa que a Colombia le va ir peor o mejor, con el cambio de gobierno del pais del norte, Colombia no es relevante para los EUA y, con Venezuela no veo mayores cambios, mientras le siga girando los casi 300 mil barriles de petróleo diario a los EUA, así las cosas si nosotros no hacemos nuestros cambios necesarios para mejorar, nadie va a venir hacerlos.