Luis Humberto Tovar Trujillo
Bastante polémica, ha suscitado la presencia del presidente de Fedegan en los asuntos relacionados con la “paz total” del gobierno.
Unos para bien, y otros para mal. Era normal.
Los que opinan mal, he observado, son aquellas, cuyas criticas van dirigidas solamente a su condición de ser directivo del Centro Democrático; advierto, hace bastante tiempo deje de pertenecer a ese partido. En consecuencia, no soy doliente partidista de esa decisión, mas gremial que cualquier otra cosa.
Inmediatamente después, llovieron rayos y centellas, incluso, hasta pidiendo la renuncia al directivo gremial, a su posición de directivo también, de su partido; y quien lo solicitó, que conozco, fue uno de los sepultureros de ese partido, amigo de las “jugaditas” de siempre.
Conocí, eso sí, posteriormente, que previamente, había acudido a Uribe quien lo había autorizado para tal fin, quien supuestamente le había dicho: “es mejor estar que no estar”, por el antecedente del proceso de habanero, donde la oposición no existió; no fue convocada, y después le fuera robado el plebiscito.
Es bien conocido y sabido, que quien pide las renuncias en ese partido, es una de esas personas, que mucho intervino en la escogencia de los candidatos, que posteriormente, colocaron su aporte, la cuota inicial, de la desgracia que estamos viviendo los colombianos, con la entrega del pais a la extrema izquierda.
Son de esas “jugaditas”, bien conocidas, donde, antes que, demostrar o hacer alarde de una consolidada inteligencia, demuestra la torpeza, con que siempre se ha actuado, y que han llevado a ese partido, a ese estado de Capitis Diminutio, y en cuidados intensivos.
Cada día reduce mas su capacidad de decisión institucional, y solo se conjuga el verbo renunciar a sus miembros, para acompañarlo, con mayor rapidez, a su sepultura.
Incluso Uribe ya hace parte de los nuevos mejores amigos del presidente, de ahí la estrategia de “es mejor estar que no estar”.
Lo que me extraña, es que quien pidió la renuncia del presidente de Fedegan a ser directivo de su partido, no la haya pedido al fundador del mismo, por haberlo autorizado para aceptar la invitación del gobierno, para intervenir en Caracas.
Semejante responsabilidad con un gremio que ha sido víctima de todas las violencias, no será nada fácil la tarea, por lo complejo del actor. Sin embargo, es mejor intentarlo, y mucho más con un Acuerdo firmado con el Gobierno de por medio.
Razones mas gremiales que políticas, aunque no hay que desconocerlo, con incidencias o efectos políticos.
Amanecerá y veremos; ojalá amanezca mas temprano que tarde.