Un pequeño montado en una llama recorre una carretera de Los Andes ecuatorianos para llegar a su escuela. El niño se llama Jhoel y los internautas conocieron su historia a través de un video subido a TikTok. Cada día, Jhoel recorre varios kilómetros junto a Benjamín, la llama que utiliza para ir al centro educativo Suniquila, en Angamarca, provincia de Cotopaxi, a 203 kilómetros de Quito.
En medio de un paisaje rodeado de montañas, a 2.966 metros sobre el nivel del mar, y con una temperatura promedio de 7 grados, Jhoel galopa a Bejamín mientras carga una pequeña mochila en sus hombros. Así cuando el video se volvió viral en TikTok, muchos usuarios pensaron que Jhoel era un niño peruano, sin embargo, pronto se aclaró que la enternecedora escena sucedió en Ecuador.
Ahora bien, desde que se volvió viral, Jhoel de ocho años ha recibido la visita de varios youtubers locales que han entregado regalos para él y su familia. Lo que sucede con Jhoel es común para los niños de las ruralidades, que deben recorrer extensos kilómetros para llegar a sus escuelas.
Por su parte, en su discurso de rendición de cuentas sobre su primer año de gobierno, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, dijo que en un año el gobierno reabrió más de 100 escuelas rurales y prometió que, al finalizar su gestión alcanzaremos se reabrirán 1.000 escuelas más. El proyecto gubernamental para abrir las escuelas rurales busca reabrir escuelas que en años anteriores fueron cerradas o fusionadas con otras instituciones, estos cierres, según el Ministerio de Educación, que obligó a cientos de estudiantes a viajar distancias más largas para continuar con su aprendizaje.
Entre tanto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha enfatizado, desde su oficina de Ecuador, que el derecho a ir a la escuela y aprender es fundamental para el desarrollo, la seguridad y el bienestar de todos los niños y niñas.
Por último, la realidad de las escuelas rurales en el Ecuador no solo implica las distancias que los niños deben recorrer para llegar a esos centros educativos, sino que también muestran las carencias en infraestructura y otros. De ahí que, en noviembre de 2021, Unicef, con el apoyo de la Comisión Europea de Ayuda Humanitaria (ECHO), ha implementado una respuesta en agua, saneamiento e higiene, que ha permitido el regreso a clases de más de 12.000 niñas y niños, en 118 escuelas rurales de Ecuador. Muchas de estas instituciones educativas, al igual que las comunidades donde están ubicadas, no cuentan con servicios de agua potable o alcantarillado.