AL PAN, PAN…
Por: Faiver Eduardo Hoyos
E-Mail: faiverhoyospe@gmail.com
Twitter: @Faiver_Hoyos
Aunque no es una discusión nueva e incluso ya existió años atrás, hasta la reforma política que se dio en el 2003 (la cual introdujo el sistema mixto de listas preferentes y no preferentes), fue aprobado en segundo debate por la plenaria del Senado, la reforma política presentada por el Gobierno Petro, en la que se incluyen las polémicas listas cerradas.
Si bien es cierto, los problemas de Colombia son estructurales y se requiere de manera urgente distintas reformas que ayuden a solventar un poco la crisis en la que nos encontramos, debo afirmar con contundencia que las listas cerradas en caso de aprobarse, será lo más antidemocrático que puede llegar a ocurrir en nuestro país.
Está comprobado que las democracias más avanzadas en todo el mundo no implementan las listas cerradas dentro de su sistema político, por el contrario, prefieren listas abiertas que garanticen la participación de nuevos liderazgos y de la ciudadanía en general. Por eso, la idea de implementar las listas cerradas es desde todo punto un atentado en contra de la democracia y un premio para los dueños de los partidos políticos.
Es un hecho que esta reforma política posa con más virtudes que defectos, como por ejemplo la conformación de las listas donde se debe respetar la igualdad o la paridad de género haciendo que las mujeres se vean más representadas en todos los escenarios políticos, o el control de la autoridad electoral acerca del financiamiento de las campañas políticas permitiendo un poco más de transparencia en los procesos, y en algunos casos más utópicos, ven en las listas cerradas la posibilidad de acabar con la corrupción en la política.
También es cierto, que las listas cerradas beneficiarán en mayor proporción a los candidatos que ya cuenten con una curul y que busquen reelegirsen, exigiendo en la mayoría de casos un lugar predilecto dentro de las listas. Ni hablar de los caciques que dirigen los diferentes partidos políticos, que ahora pasaran de comprar votos a vender posiciones privilegiadas que permitan obtener una curul.
Si bien se ha hablado que esta figura de las listas cerradas se empezará a regir desde el año 2026 y solo por dos periodos electorales, es decir por 8 años, no podemos desconocer que es una fractura directa a la democracia y un golpe certero a nuevos liderazgos en los diferentes territorios, que cómo yo, soñamos y trabajamos por algún día ocupar un cargo por elección popular, por eso desde este espacio reafirmamos que ¡NO estamos de acuerdo con las listas cerradas!
