Durante cinco décadas, la Universidad Surcolombiana ha venido brindándoles la oportunidad a las nuevas generaciones para que se formen profesionalmente en las distintas áreas del conocimiento y en las diferentes especializaciones, maestrías y doctorados que ofrece el primer Centro de Estudios Superiores de la región surcolombiana. Por ella, han transitado funcionarios, contratistas, alcaldes, diputados, concejales y representaciones de las organizaciones sociales, quienes han recibido sus títulos académicos, que enarbolan con mucho orgullo en sus residencias y oficinas donde laboran. Inclusive, los colocan con mucho orgullo en sus hojas de vida, donde demuestran sus competencias adquiridas, que le son útiles en su trasegar laboral. Siempre les expreso a mis estudiantes en las clases que oriento en el área de economía, que una de las mayores virtudes que debe tener el ser humano, es la gratitud y el agradecimiento con sus profesores y directivas, quienes han contribuido con su formación intelectual y profesional. Inclusive les manifiesto que debemos ser gratos con nuestra Universidad del alma y que cuando tengamos la oportunidad de formular políticas públicas, debemos reorientar parte de su accionar administrativo para beneficiar y fortalecer los aspectos misionales y la infraestructura académica de la Usco, para seguir mejorando los ambientes de aprendizaje de los nuevos estudiantes que inician los nuevos procesos académicos. Debemos amarla siempre.
Así, como debemos ser agradecidos con nuestros padres, cuando adquirimos la madurez, por todo el apoyo que recibimos desde la forma amorosa como nos engendraron, y cuando llegamos a esta vida, ellos se convirtieron en los protectores permanentes para crecer y formarnos como nuevas personas de bien en nuestros hogares y que, como resultado de este esfuerzo dentro de la economía del cuidado que con ternura, paciencia y con muchas limitaciones económicas, hemos llegado adonde estamos actualmente, en este trasegar terrenal. Por tal motivo, debemos ser gratos y agradecidos con nuestros padres. Debemos cuidarlos para toda la vida, atendiéndolos en sus momentos de dificultades económicas, salud y otros; difíciles para ellos porque van perdiendo lentamente sus fuerzas físicas para valerse de manera autosuficiente. Nunca debemos abandonarlos, ni mucho menos llevarlos a un hogar de reposo. Es indigno el hijo que haga lo contrario. No tiene perdón de Dios. Es un desagradecido. Discúlpame apreciados lectores por estas palabras que emito.
Por eso, no es justo que la administración municipal de Neiva y algunos respetados concejales de esta ciudad, estén pensando en incluir el pago de Impuesto Predial a los predios donde funciona la Universidad Surcolombiana, dentro del proyecto de Acuerdo que presentó para modificar algunos apartes del actual Estatuto Tributario de Neiva. Algo inaudito y absurdo. La Universidad no genera ganancias económicas, ni réditos que le permitan enriquecerse. Jamás. Prestan un servicio NETAMENTE SOCIAL. Ustedes concejales, servidores públicos de la Alcaldía junto con sus familiares, han tenido la oportunidad de estudiar y prepararse profesionalmente a bajos costos y ahora con la matricula cero, de manera gratis. Eso ni pensarlo. Si ustedes conocieran el déficit fiscal que tiene el alma mater para su funcionamiento para la presente vigencia. A nuestra respetada rectora, la profesora Nidia, nuestro total respaldo, junto a su equipo de trabajo, que les ha tocado soportar este desequilibrio financiero que ha ocasionado la disminución y limitación de algunas actividades misionales, generando al interior algunas críticas, pero que no son culpa de ella, sino porque no han tenido el respaldo económico del gobierno nacional, como está ocurriendo con todas las 34 universidades públicas del país, que actualmente presentan un déficit acumulado de 18 billones de pesos y la Usco, con 6.000 millones de pesos para este año.
Por tal motivo, apreciados concejales y respetado alcalde Germán Casagua. No se les ocurra, ni siquiera pensarlo, ni que se les pase por la mente de sus brillantes cerebros. Y como decían nuestros ancestros; “ni por las chiras” vayan a aprobar semejante esperpento fiscal. Si las condiciones financieras del municipio de Neiva lo permiten, vale la pena, pensar en apoyar financieramente a nuestra universidad, que es el principal patrimonio que posee la sociedad huilense para formar académicamente a las nuevas generaciones. Defendamos a nuestra Universidad. Rodeemos a nuestra Rectora y a su equipo de trabajo.