Luis Humberto Tovar Trujillo
Pareciera innecesario hacer un llamado a los electores, sobre la forma en que se deben realizar las próximas elecciones, del cómo se debe votar y por quien se debe hacer.
Pareciera que el estiércol que produce el gobierno, fuera lo suficientemente perfumado y aliñado, que alimentara la irracionalidad de ciertos sectores de la población, según los comentarios de los políticos, después de las encuestas realizadas y publicadas por algunos medios de comunicación.
Los mimos políticos que apoyaron al actual gobierno, y promotores directa e indirectamente las desgracias por las decisiones del gobierno del «cambio».
En Bogotá, por debajo de la mesa pactan las desgracias de la población, y en las regiones declaran, el fracaso del gobierno nacional entre dientes.
Cinismo en su mayor expresión, y peor, quienes llevaron al estado y a la sociedad, a este estado de postración, son hoy, los mismos sinvergüenzas y cínicos, que pretenden aspirar a los cargos regionales, predicando la salvación de Colombia, después del infierno en que vivimos.
Es la nueva versión de los salvadores de nuestra patria, que hoy pretenden con falsas motivaciones y espejismos, ser los nuevos redentores de Colombia; otro fraude moral y político, para seguir desestabilizando nuestras instituciones, a costa de sus intereses particulares.
Esos nuevos redentores, que se creen los nuevos cristos, quieren redimir los pecados cometidos, que nos llevaron al desastre político, social y económico, pero basados en las propuestas de destrucción del gobernante, he ahí el engaño monumental a que nos quieren someter con sus nuevas falsas promesas.
Por eso hay que advertir nuevamente sobre el proceso electoral, porque pareciera que la anestesia del narcotráfico ha llevado a los electores a ese estado demencial para seguir sepultando el futuro de Colombia.
Ojalá Dios en su sabiduría, les dé un instante de lucidez para retomar el futuro.