Cada vez el escándalo protagonizado la semana anterior por la salida del gobierno nacional de Laura Camila Sarabia Torres, Jefe de Gabinete y de Armando Benedetti como Embajador de Colombia en Venezuela, por el tema de las chuzadas que se autorizaron desde el alto gobierno, así no lo quieran admitir, pero que sucedieron al interior del Palacio de Nariño, ha generado otro mayúsculo por la publicación y denuncias realizadas en algunos audios publicados por la Revista Semana y que colocan en entre dicho la financiación de la campaña presidencial de Gustavo Petro, lo cual dejan al descubierto el posible manejo irregular de $15.000 millones que se recogieron en la Costa, región que le dio la Presidencia.
La forma en que se gestó la campaña presidencial del primer presidente de izquierda que ha tenido Colombia en 200 años de historia republicana quedó salpicada por un escándalo de proporciones que ni el mismo Gustavo Petro, el hombre que logró ese hito político tenía previsto que le estallara. Si lo anterior se confirma, de acuerdo con estas denuncias, se infiere que el dictador de Venezuela Nicolás Maduro contribuyó a la financiación de la campaña presidencial de Petro, a través del clan Torres. Lo grave del asunto, es que, de acuerdo con este nuevo escándalo, la DEA, está atenta al desarrollo de esta noticia y que comprometería seriamente la institucionalidad colombiana. Estos audios comprometedores, son solo el comienzo de otro escándalo de proporciones internacionales.
Todo lo anterior, se desprende por la revelación que hiciera la Revista Semana en su edición del domingo 28 de mayo del presente año, sobre los abusos a los que fue sometida a la niñera Marelbys Meza, por las chuzadas autorizadas y realizadas desde el Palacio de la Casa de Nariño. Todo parece indicar, Laura Camila Sarabia Torres, era la mujer que mandaba en la casa presidencial, ordenó realizar el polígrafo a su empleada. La jefe de Gabinete tiene relación con el clan Torres, que es una fuerza política y de negocios que lidera el empresario Euclides Torres, quien es considerado un socio en la sombra de Armando Benedetti. A medida que avanzan las investigaciones, siguen apareciendo nuevos hechos delincuenciales, que desdibujan la gestión presidencial y que tiene al presidente en la picota pública.
Así como se encuentran estas denuncias, que se han convertido en el foco de atención de los medios de comunicación y redes sociales a nivel nacional e internacional, están provocando una pérdida de la credibilidad gubernamental, por parte de la sociedad colombiana. Cada vez es más palpable la ingobernabilidad que se está presentando. El trámite de las Petro reformas es incierto en los trámites legislativos. Cada día se demuestra la incapacidad y la ineptitud del gobierno nacional, para atender las problemáticas sociales y económicas que presentan las familias colombianas.
