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‘No era un guerrillero’: fin a 16 años de búsqueda y doble desaparición

Jun 6, 2024

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Dieciséis años después, Juan Carlos Aguirre puede finalmente descansar en paz. Su muerte fue resultado de una ejecución extrajudicial a manos del Ejército Nacional en el Huila. Hoy, su familia, tras enfrentar una doble desaparición de su cuerpo, honra su memoria y busca conocer la verdad sobre aquellos que lo ejecutaron.

DIARIO DEL HUILA, PRIMER PLANO

La familia de Juan Carlos Aguirre Macías finalmente sabe dónde encontrar a su hijo, hermano, esposo y padre. Después de poner fin a la incertidumbre sobre el paradero de su cuerpo, este miércoles se llevó a cabo un acto de memoria y dignificación en el Cementerio Central de Neiva. El hallazgo fue posible gracias al trabajo conjunto de la JEP, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en esta región del país.

Mi hermano era un trabajador. Hacía monturas de gafas para mantener a sus cuatro hijos… era una persona extrovertida. Le gustaba rumbear, su moto y ayudaba a mucha gente en el barrio Santa Inés”, recordó Mauricio Aguirre sobre su hermano Juan Carlos durante la entrega digna frente al ‘Monumento 14 No me olvides’ en el Cementerio Central de Neiva.

La búsqueda de Juan Carlos, liderada por su hermano Mauricio, y Gladys Macías, su madre, empezó en 2008. A sus 41 años, fue dado por desaparecido en el municipio de Íquira, Huila. Esa incertidumbre terminó en julio de 2012 cuando la Fiscalía General de la Nación lo halló sin vida y les entregó el cuerpo. En ese momento, la familia lo despidió y lo sepultó en el Cementerio Central de Neiva. Pero en 2017 nuevamente el cuerpo de Juan Carlos desapareció.

Esto ha sido un descanso inmenso, cuando me lo dejaron ver y corroboré que era él a través de su dentadura sentí tranquilidad. A las familias buscadoras les doy un mensaje de esperanza, que no vaya a desfallecer, que sigan en la búsqueda de sus seres queridos. Mi búsqueda empezó hace 16 años, cuando vi que no regresó a la casa donde vivíamos los dos en el barrio Santa Inés de Neiva.  Duré muchos días buscándolo, debajo de los puentes y hasta de la tierra, por las carreteras, parques, hasta que me cansé”, recordó Gladys Macías, su madre.

Ella recuerda, que, a los cuatro años de la desaparición, le avisaron de él. “Hoy después de tanto tiempo, lo voy a dejar descansar y voy a descansar yo”.

Una tumba vacía

Su hermano Mauricio fue quien notó la ausencia del cuerpo mientras se dirigía a visitarlo al cementerio. Según él, el cementerio había removido los restos de la bóveda debido al vencimiento del contrato de arrendamiento. La familia nunca fue informada sobre el destino del cuerpo de su ser querido. En ese momento, los Aguirre Macías iniciaron por segunda vez la búsqueda para encontrarlo.

En 2019, la JEP acreditó a esta familia como víctima en el Caso 03, el cual investiga asesinatos y desapariciones forzadas que agentes del Estado presentaron como bajas en combate. Durante este proceso de búsqueda, recibieron acompañamiento jurídico y psicosocial del Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio (Obsurdh).

Precisamente, ante solicitudes de familiares de víctimas de desaparición forzada en Huila, en 2021, la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad de la JEP decidió adoptar una medida cautelar para proteger puntos de interés forense en el cementerio. Esa protección consistió en restringir y limitar el uso y acceso a esas áreas. Allí la magistratura estableció la existencia de un riesgo inminente respecto de los cuerpos por desatención y el mal estado en el que se encontraban los lugares de inhumación.

En el marco de este trámite judicial, la JEP le solicitó a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas que avanzara en la recuperación de los cuerpos que se encontraban en riesgo. En una jornada de febrero de 2024, se recuperaron y se identificaron los cuerpos de Juan Carlos Aguirre y otros 13 individuos. La jornada se hizo atendiendo a la información entregada por la Parroquia Inmaculada Concepción que dijo que el cuerpo estaba en el ‘Monumento 14’, posiblemente bóveda 354.

«Juan Carlos Aguirre Macías es la primera víctima que identificamos en Huila, este hallazgo contribuye a responder las solicitudes de miles de víctimas que buscan a sus seres queridos. Noticias como esta alimentan la esperanza de quienes hoy siguen buscando y esperan algún día poderles dar digna sepultura a sus familiares desaparecidos. Las medidas cautelares son una herramienta para atender y proteger los derechos de las víctimas del conflicto”, dijo el magistrado de la JEP, Raúl Sánchez.

Trabajo articulado

Según Diego Sevilla, coordinador de la UBPD en el Huila, la articulación con el Instituto Nacional de Medicina Legal permitió agilizar los análisis genéticos pertinentes para determinar que el cuerpo recuperado correspondía al de Juan Carlos Aguirre Macías. Tras la coordinación interinstitucional entre la JEP, la Unidad para las Víctimas, el Obsurdh, la Alcaldía de Neiva y la parroquia se dio un proceso para asegurar y garantizar la disposición de los restos óseos en osario a perpetuidad.

«Se ha realizado un trabajo interinstitucional según las necesidades y expectativas de la familia, que ha tenido una participación completa en la entrega digna. En estos espacios la familia ha indicado cómo desea que se realice la entrega, quiénes deben participar, y ha tenido la oportunidad de estar con el cuerpo de Juan Carlos, expresar su espiritualidad, solemnidad, darle dignidad y mantener viva su memoria«, dijo el coordinador Sevilla.

De acuerdo con Rosa Liliana Ortiz, coordinadora del Obsurdh, la entrega digna cobra vital importancia en la búsqueda de verdad y justicia que han abanderado Mauricio Aguirre y su madre durante tantos años. Una incertidumbre que ahora encuentra respuestas en el trabajo articulado del Sistema Integral de Paz que conforman la JEP y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas.

Es un momento significativo no solamente para la familia, sino para todas las familias buscadoras que acompañan a don Mauricio y a doña Gladys. Este es un momento importante para develar la verdad de lo ocurrido. Este caso abre puertas, abre ventanas de esperanza para muchas víctimas en el Huila”, dijo Ortiz.

Durante la entrega digna del cuerpo de Juan Carlos, su familia llevó fotos, videos y otros objetos con los que lo mantienen vivo en su memoria. Para Mauricio, aunque el ciclo de búsqueda de su hermano terminó, él sigue comprometido con ayudar a otras familias de la región. Solo en Huila se reportan cerca de 1.200 personas desaparecidas. “No es que porque me entregan a mi hermano yo no voy a seguir luchando por ellos. Ellos son familias, son seres humanos que necesitan saber la verdad y quieren llevar a su territorio a enterrar a sus seres queridos”, dijo.

Falta la verdad

Con la certeza de que su hermano Juan Carlos Aguirre reposa en un osario a perpetuidad, ahora Mauricio busca conocer la verdad sobre por qué y cómo el Ejército lo asesinó.

«Ahora falta la aclaración por parte del militar que lo asesinó. Vamos a tener las audiencias en agosto, donde esperamos conocer la verdad. Una de las cosas que quiero saber es si, antes de asesinarlo, fue golpeado. Tengo las fotos que el Ejército Nacional tomó cuando levantaron el cadáver de mi hermano por primera vez. El impacto de gracia se lo hizo el señor Felipe Andrés Rodríguez Gómez«, aseguró Mauricio Aguirre, durante la entrega digna de su hermano.

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