En medio de un encendido debate sobre la política económica del Gobierno, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, salió al paso de las críticas tras la reciente propuesta de inversiones forzosas.
Esta medida, que busca impulsar la reactivación económica en Colombia, ha sido objeto de controversia, especialmente luego de que el expresidente Iván Duque expresara su preocupación, calificándola como un intento de «expropiar» los ahorros de los ciudadanos.
Duque, en un enérgico pronunciamiento, advirtió sobre los peligros que, según él, representaría esta iniciativa: “Lo que llaman ‘inversiones forzosas’ no es otra cosa que el inicio del ‘exprópiese’ de los ahorros de la gente en los bancos. Ni el Congreso ni las Cortes pueden permitir esta peligrosa agresión a los derechos de los ciudadanos. Proteger los ahorros es un deber moral”, subrayó el exmandatario.
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Ante estas declaraciones, Bonilla buscó calmar los ánimos, aclarando que no se trata de ninguna expropiación. “Las personas van a seguir teniendo el dinero en sus cuentas corrientes, eso no es ninguna expropiación, no es lo que dice por ahí un expresidente que se va a expropiar a los colombianos; siempre habla de expropiaciones sin saber exactamente qué es eso. Las inversiones forzosas existen desde hace más de 20 años en Colombia y nunca nadie ha dicho que es una expropiación”, enfatizó el ministro.
La propuesta del Gobierno, tal como explicó el presidente Gustavo Petro días atrás, tiene como objetivo redirigir una parte del ahorro público que actualmente está inactivo en los bancos o que se está viendo afectado por el deterioro de las carteras debido a las altas tasas de interés. Este capital se destinaría a entidades como Bancóldex, el Banco Agrario o el Fondo Nacional del Ahorro, con la finalidad de fomentar sectores clave como el industrial, agrario, de mejoramiento de vivienda e incluso el turismo, todos ellos considerados fundamentales para la reactivación económica del país.
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