El presidente Duque no puede calificar de politiquería las legítimas solicitudes de este país para que se aclare de una vez por todas cuándo se empezará a vacunar a la población colombiana. Muchas preguntas son absolutamente válidas y el gobierno no puede evadir respuestas porque lo que está de por medio es la vida de muchísimos colombianos y la posibilidad de recuperar la economía, cuya crisis causada por el confinamiento ha golpeado mucho más a los más débiles.
No es politiquería pedir respuesta al gobierno Duque sobre este punto: ¿por qué cuatro países de América Latina: México, Chile, Argentina y Costa Rica ya están vacunando a su población, Ecuador y Panamá lo harán en pocos días y Colombia no?
No es politiquería pedirle al gobierno que explique las contradicciones que están generando las declaraciones del presidente y las del ministro de Salud: ¿por qué usted, presidente Duque, se contradijo sobre el inicio de la vacunación en sus declaraciones de diciembre y enero?
No es politiquería cuando el país está preocupado sobre la institución que tiene la responsabilidad de la vacunación: ¿por qué una entidad como la Unidad de Riesgo en manos de una persona sin experiencia en logística es la que está al mando de un proceso tan complejo?
No es politiquería pedirle claridad al gobierno en un tema crucial como es la diferencia entre acuerdos y contratos: ¿al fin, presidente Duque, hasta el momento hay solo acuerdos con quienes suministrarán las vacunas o de verdad ya existen contratos listos?
No es politiquería querer saber cuánto costará esta vacuna porque se trata de recursos públicos que vienen de nuestros impuestos: ¿es verdad que el costo es superior al que han pagado otros países latinoamericanos? ¿No será que estamos pagando más por llegar tarde?
No es politiquería querer conocer cuándo empezaron realmente las negociaciones con las farmacéuticas: ¿por qué no le cuentan al país las razones de la demora y muestran el proceso, su iniciación, las dificultades para conocer dónde surgieron posibles explicaciones para esta demora?
No es politiquería querer saber: ¿por qué solo ahora, y no precisamente gracias al Gobierno, se conoce que Colombia ha estado más del lado de las farmacéuticas que de los intereses de la población cuando no apoyó a Costa Rica y a Sur África en los debates sobre las patentes?
La lista de preguntas puede ser interminable, pero esta pequeña muestra anota que el manejo de las vacunas por parte del Gobierno es un tema crítico que le está costando muy caro. No es politiquería, sino el tema más importante en este momento. Más de 20.000 contagiados diarios, el número de muertes llegando a cifras cercanas a los 400 fallecidos por día, los sistemas de salud colapsados, médicos renunciando agotados y sin salarios, y la posibilidad de no recuperar la economía, ni los empleos ni los ingresos de los más pobres.
Respondan antes de que a la crisis de la pandemia se sume una crisis política.