Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Todos los anteriores gobiernos, incluyendo el actual, la única solución que plantean para buscar este objetivo de la política económica del país es incrementar los precios de los combustibles, impulsar reformas tributarias y endeudarse. Jamás buscan otras alternativas para buscar el aumento de los ingresos. Es muy triste y deprimente observar que sus equipos económicos, que se creen unas luminarias, solo recomiendan al ejecutivo, buscar esa vía alcabalera, sin medir las consecuencias que dichas políticas tienen sobre los agentes económicos del país y sobre todo, que atentan contra la dinámica productiva del país, así como lo estamos percibiendo todas las familias colombianas, sin excepción. Solamente los obtusos, los aúlicos y los organismos multilaterales que nos recetan dichas formulas (FMI, el Banco Mundial, OCDE) aplauden estas medidas y se jactan de estas medidas en los diferentes escenarios donde hacen presencia. Absurdo nuevamente absurdo, lo afirmo como graduado de la Universidad Nacional de Colombia, como Economista, docente universitario hace 34 de la Usco y de la Esap en las áreas de economía y como exdecano de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Surcolombiana
Es el peor error histórico que un gobernante utilice estas herramientas económicas. Solo contribuyen a esquilmarle los bolsillos a los colombianos. Nuca hablan de austeridad. Se jactan en conjunción con el legislativo de ampliar la fronda burocrática del Estado y aumentarse de manera irracional, sus salarios, demostrar opulencia con sus gastos burocráticos, enarbolando su mediocridad y su sentido inhumano, mientras un pueblo cada vez más pobre, sufriendo las afugias para satisfacer sus demandas internas, ve como sus gobernantes por los cuales votaron y contribuyeron a elegirlos, se ufanan y se burlen de los padecimientos de estas familias que día a día ven lejos un horizonte para mejorar su calidad de vida y la de brindarle un mejor futuro a sus hijos. Así no debe ser el actuar gubernamental. Los resultados de todo este accionar irracional, son las masivas protestas sociales que se han venido presentando, y las que se preparan. Con ello no estoy incitando a ellas. Pero las comunidades salen a taponar las vías, diariamente se presentan masacres y asesinatos, inseguridad, boleteo, vacunas, desplazamientos forzados, desempleo, reclutamiento de menores, aumento de las áreas cultivadas de coca y marihuana, más gente pululando en los semáforos de las intersecciones viales, pidiendo un apoyo económico, son dantescos los dramas humanos que se viven en los barrios periféricos de las ciudades, incremento exponencial del consumo de sustancias psicoactivas, niños a temprana edad perdidos con este flagelo del microtráfico, y el mismo Estado planteando su legalización y no tomando acciones para frenar el avance de este consumos, ni brindarles programas de rehabilitación a las futuras generaciones. A veces en mis oraciones, le pregunto a Dios, por qué nuestro país tan rico, lleno de atractivos turísticos, de un talento humano grande, grandes riquezas naturales, una posición geográfica envidiable dentro del globo terrestre, entre otras potencialidades, nos haya tocado soportar a unos gobernantes sin excepción, que no hayan tenido una visión de futuro, un sentido de generar una perspectiva de desarrollo que conduzca a mejorar el bienestar de todas las familias colombianas, a través de la implementación de políticas públicas coherentes y aterrizadas con la verdadera realidad nacional. Presidente Petro, con mucho respeto, no genere odios, busque siempre unificar las sinergias alrededor suyo, todavía tiene 35 meses de su mandato, para que pueda ajustar su accionar gubernamental. No destruya la estructura productiva del país. Sin sesgos ideológicos. Eso es arcaico. Apréndase esta frase, parodiando al líder Chino Deng Xiaoping: “A mí no me importa de qué color es el gato, a mi lo que me interesa es que cace ratones”. Respetado colega Gustavo (Usted también es economista), ¿el dolor, el hambre, una necesidad, qué color político tiene, de qué ideología proviene? Ojalá algún día tuviera la oportunidad que usted me recibiera una clase de economía para pobres. Sería una oportunidad para expresarle personalmente mi modesto pensamiento a respeto, para que habláramos e interactuáramos sobre economía y otros temas de interés nacional.