Por:
JOSE EUSTACIO RIVERA MONTES |
Con gran preocupación vi por completo el muy ameno programa del director de noticias RCN José Manuel Acevedo sobre diferentes temas del orden nacional con los comunicadores, investigadores y columnistas más influyentes en la opinión nacional. De manera espontánea abordaron las reformas lideradas por el presidente Gustavo Petro, el rendimiento de sus ejecutorias y la ya avizorada campaña presidencial, donde me dejó con gran sorpresa a quienes ven con serias posibilidades para las elecciones presidenciales del 2026.
Ante la conclusión e interrogante expuesto, llegaron al punto de que al tal vacío de desgobierno del presidente muy seguramente el péndulo tendera hacia la derecha, además de las grandes ausencias de liderazgo dentro de la izquierda colombiana. Sin duda en medio de que mas del 45% de los colombianos se representen en un desconocido centro ideológico, un 35% en la derecha y un solo 18% en el estandarte ideológico de la izquierda, ven desdibujada a Claudia López, a quien considero es la candidata presidencial con mas posibilidad de llegar a la casa de Nariño. Pero mi sorpresa y desazón es contemplar con mucho auguro a Vicky Dávila y JP Hernández como candidatos a la presidencia con posibilidad seria de llegar a tener las riendas de este país.
¿se imaginan si Rodolfo Hernández fuera el presidente de este país? ¡una total locura! Dónde quedaron las mayorías que buscaban un perfil estadista, con recorrido, experiencia y propuestas reales a la situación de la política económica del país. Pensar en Vicky y JP es seguir poniendo en riesgo un país que avizora una grave situación económica en los próximos años. Muy seguramente no habrá ni constituyente, ni reelección, ni mucho menos que llegue alguien que represente al pacto histórico a un nuevo gobierno 2026-2030, pero pensar en candidatos outsider es una total irresponsabilidad como ciudadanos.
No podemos seguir improvisando con la semântica y el carisma de un candidato, la profundidad del programa de gobierno y la experiencia en el sector público deben primar en estos procesos que nos da la democracia para gerenciar la administración pública, en Neiva nos reducimos a votar por quien queda de segundo y hoy vemos las consecuencias de no elegir quien tenga la experticia y la capacidad de darle pragmatismo a las grande problemáticas de la ciudad. El país no puede caer en quien tenga mas like o haga mejor el show, preocupa el presente de la nación, sin rumbo, desdibujada ante los graves y seguidos hechos de inseguridad, y que ya veremos en pocos días el coletazo a la economía, no podemos improvisar y ser mucho más exigente con quienes quieren llegar a la casa de Nariño.