Por: Diana Montes
A falta de conciliación y sanción presidencial, en Colombia se ha dado un paso crucial hacia la protección de los derechos de las mujeres al aprobar en su último debate una ley que establece medidas para prevenir, atender, rechazar y sancionar la violencia política contra ellas a nivel nacional. Cabe decir que fue aprobada de forma unánime, por 110 votos a favor contra 0 en contra. Esta noticia es motivo de celebración, ya que demuestra un compromiso serio por parte de todas las bancadas partidistas en la lucha contra la violencia de género, y garantiza un entorno político más seguro y equitativo para las mujeres que ejercen su derecho a participar.
El proyecto de ley en vías de sanción presidencial establece que la violencia política contra las mujeres “es toda acción, conducta u omisión que, basada en elementos de género, cause daño a una o varias mujeres o a sus familias, sin distinción de su afinidad política o ideológica, que tenga por objeto o resultado dificultar o anular el reconocimiento y ejercicio de sus derechos políticos, en procesos electorales, de participación ciudadana, representación democrática y ejercicio de la función pública”.
Obliga a varios actores a hacer cambios en diversas instancias. Al gobierno nacional, a establecer un mecanismo para la recopilación de casos y denuncias y a disponer dentro de las entidades públicas, protocolos que sean capaces de responder a estas situaciones. A los partidos políticos, que deberán modificar sus estatutos para ajustarse a la nueva normatividad. A las autoridades electorales, para que promuevan el derecho a elegir y ser elegidas y a identificar amenazas y vulneraciones en los procesos electorales. Al Ministerio Público, para que preste atención y asesoría legal en caso de vulneración de la ley.
La garantía de los derechos políticos de las mujeres es una buena noticia para toda la sociedad. Significa que tendremos más posibilidades de aportar capacidades en la vida pública y no solamente en la vida privada. La violencia política contra las mujeres es un obstáculo que hemos padecido incluso en nuestro querido Garzón. El machismo y la ignorancia deben ser parte del pasado. El futuro está en la igualdad y en el conocimiento, para fortuna de toda la ciudadanía.